Nuestro fuerte protector

Leer: Salmo 121

Lionel se quedó cerca de sus padres y de su hermano mayor mientras caminaban por la calle de su vecindario.  Habían salido a dar un paseo justo cuando el sol se estaba poniendo y ahora estaba oscuro.  Lionel agarró la mano de su papá en las partes más oscuras del camino, entre cada poste de alumbrado público.  Cuando Lionel y Rolando vieron su propia casa encendida por una farola cercana, hicieron carreras hasta la puerta.

“A ver, niños, es hora de dormir”, indicó el padre mientras entraban a la casa.  Los niños dieron las buenas noches y subieron cada uno a su habitación.  Pero unos minutos después, Lionel gritó para llamar a su madre.

Mamá acudió y se sentó en la cama.  “¿Qué sucede, hijo?”

“No puedo dejar de pensar en la película que Rolando y yo vimos en la tarde”, comentó Lionel.  “Era de miedo y ahora no quiero estar solo en mi habitación”.

Su madre estiró la cobija del niño por encima de sus hombros y acarició el cabello de su hijo.  “Lionel, tú sabes que era solo una película.  No era real”.

El niño asintió lentamente.  “Y sé que tú, papá y Rolando están en la casa, que no estoy solo”, admitió.  “Pero me siento más seguro cuando estás en mi habitación, platicando conmigo”.

Mamá se quedó pensativa.  “Te sentiste seguro cuando tomabas la mano de tu padre cuando estábamos caminando en la oscuridad, ¿verdad?”

“Sí”, contestó Lionel.  “Sé que papá me protegerá porque es fuerte y me ama”.

 “Hijo, ¿recuerdas cuando pusiste tu confianza en Jesús, hace un par de años?”, preguntó su madre.

“Sí”, respondió Lionel.

“Cuando le invitaste a ser el Señor de tu vida, Él puso su Espíritu Santo en tu interior”, explicó mamá. “Dios siempre está contigo, pase lo que pase.  Te sentiste a salvo al tomar la mano de tu papá cuando estabas afuera, en la oscuridad.  Pero aun cuando papá y yo no estemos contigo, Dios está contigo.  Él es muy muy fuerte y te ama tanto que envió a Su Hijo Jesús a morir por ti, para que puedas tener vida eterna”.

Lionel sonrió.  “Entonces, cuando tenga miedo, ¿puedo hablar con Dios?”

“Por supuesto que sí”, aseguró su madre.  “Dios quiere que converses con Él cada día, especialmente cuando necesitas ayuda o tienes miedo”.

“Está bien”, afirmó Lionel.  “Ahora mismo voy a hablar con Dios”.  — LARA GATICA

CUANDO TENGAS MIEDO, HABLA CON DIOS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 46:1 (NVI)

DIOS ES NUESTRO AMPARO Y NUESTRA FORTALEZA, NUESTRA AYUDA SEGURA EN MOMENTOS DE ANGUSTIA.

¿Alguna vez has sentido temor cuando estás en cama, por la noche, o después de ver algo de miedo en la televisión?  Habla de eso con Dios y recuerda lo asombroso que es Su amor por ti.  Dios te ama tanto que envió a Su Hijo, Jesús, para morir por tus pecados para que puedas vivir con Él para siempre.  Conversa con Él cuando tengas miedo.  Él es tu fuerte protector y siempre estará contigo para cuidarte.

Clave de Hoy
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