No está a la venta

“¡En mi clase de escuela dominical vamos a tener una fiesta de Navidad!”, le contó Avelina a su familia, cuando iban de regreso a su hogar, después de la iglesia.  “La señorita Mayorga me preguntó si quería ayudarla con las decoraciones y le dije que sí.  Voy a conseguir ramas de árboles y ella las adornará con lazos de color rojo brillante.  La maestra dice que eso hará que nuestra aula en la iglesia huela a Navidad”.

“¿Dónde conseguirás las ramas?”, le preguntó su hermano.  “No tenemos pinos en la ciudad.  Ni siquiera hemos conseguido nuestro árbol de Navidad todavía”.

Avelina se encogió de hombros.  “No creo que sea difícil encontrar unas ramas”.

Pero encontrarlas fue mucho más difícil de lo que la niña había esperado.  Los lugares donde vendían árboles de Navidad no tenían ramas sueltas y en otras tiendas le ofrecían darle ramas si compraba un árbol.  “¿Qué voy a hacer ahora?”, se preguntó.

Un día, mientras caminaba a su casa desde la escuela, Avelina vio unas ramas apiladas en un terreno en el que vendían árboles de Navidad.  La niña tuvo una idea.  “En lugar de pedir que me regalen las ramas, compraré algunas”, pensó.  “No deben ser tan caras”.  Avelina fue corriendo a su casa para sacar un poco de dinero de su alcancía y volvió rápidamente al terreno.

Cuando la niña preguntó si podría comprar algunas ramas, quedó decepcionada con la respuesta.  “No están a la venta”, le informó el dueño.  Con tristeza, Avelina empezó a caminar para irse del lugar, pero el hombre la llamó.  “¡No están a la venta!”, dijo otra vez.  “Son gratis.  Toma las que desees”.  Emocionada, ella aceptó todas las que alcanzó a cargar.

El fin de semana siguiente, mientras Avelina ayudaba a decorar su aula, le contó a su maestra lo que había ocurrido.  “Esa es una buena ilustración de cómo es la salvación”, explicó la señorita Mayorga.  “Quisiste comprar las ramas, pero no pudiste hacerlo porque no estaban a la venta.  ¡Eran gratis!  Algunas personas creen que tenemos que comprar, o ganar, la salvación al hacer buenas obras, pero no podemos comprarla.  La Biblia dice que no está a la venta.  Es un regalo gratuito.  Solo podemos ser salvos del pecado y tener vida eterna cuando confiamos en Jesús”.  La maestra sonrió.  “Me parece que ese sería un excelente tema para nuestro devocional en la fiesta de Navidad, ¿no crees?”

Avelina estuvo de acuerdo.  —  JAN L. HANSEN

LA SALVACIÓN ES UN REGALO

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 2:8

PORQUE POR GRACIA USTEDES HAN SIDO SALVADOS POR MEDIO DE LA FE, Y ESTO NO PROCEDE DE USTEDES, SINO QUE ES DON DE DIOS.

¿Estás tratando de comprar tu salvación, o sea, ganarla portándote bien, yendo a la iglesia y ayudando a la gente?  ¡Eso no funciona!  La Biblia nos dice que la salvación es un regalo de Dios.  No la puedes comprar, solo puedes recibirla como un regalo gratis.  Jesús pagó el castigo por tu pecado.  Puedes tener perdón y vida eterna solo al poner tu confianza en Él.  (Haz clic aquí para conocer las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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