No es justo
—No me aceptaron en el equipo de baloncesto, mamá —Evelyn se dejó caer en una silla—. No quiero presumir ni nada, pero soy muy buena jugadora de baloncesto, ¿sabes?
—Sí, es verdad —admitió su madre—. Pero solo había dos puestos en el equipo y la entrenadora tenía que elegir, ¿cierto? ¿Quiénes fueron aceptadas?
—Gina, y todos lo esperábamos… ¡ella es buenísima! Pero la entrenadora eligió a Inés para el otro puesto. En las pruebas, yo hice muchas más canastas que Inés, y tuve control del balón más tiempo también. Pero su papá es maestro en la escuela, y creo que por eso la aceptaron a ella. ¡No es justo!
Mamá suspiró.
—Supongo que sí es una posibilidad. Si realmente lo crees, quizá deberías preguntarle a la entrenadora sobre eso, pero ten cuidado de no hacer acusaciones que no puedas demostrar. Tal vez Inés tenga algunas cualidades necesarias para el equipo. Pase lo que pase, recuerda que la vida no siempre es lo que consideramos justa.
—Lo sé —expresó Evelyn—. Y eso simplemente… ¡no es justo!
—¿Te acuerdas de ese versículo que aprendiste hace unas semanas en el libro de Santiago? —preguntó su madre—. Dice que deberíamos tener gozo cuando afrontemos pruebas.
Evelyn frunció el ceño.
—Es fácil para Santiago decirlo —balbuceó de mal humor.
—¿Tú crees? —le preguntó mamá—. Seguramente sabrás que la iglesia primitiva enfrentó mucha persecución. Los estudiosos nos dicen que muchos, por no decir todos los apóstoles fueron mártires, es decir, que los mataron por su fe. Santiago fue uno de ellos.
—Bueno… entonces probablemente pensó también que no era justo —aceptó Evelyn—. Supongo que no fue tan fácil para él.
—Claro que no —afirmó su madre—. Pero él y los demás miembros de la iglesia primitiva estaban dispuestos a afrontar muchas situaciones injustas porque querían que la gente supiera sobre Jesús, quien murió por nuestros pecados, a pesar de que era el Hijo perfecto de Dios. ¡Eso sí es injusto! Él tomó el castigo que nosotros merecíamos porque nos ama, y cuando afrontamos injusticias en nuestras propias vidas, podemos hacerlo con una actitud de gozo, porque sabemos que es una oportunidad para crecer en nuestra fe y demostrar a otros el amor de Jesús.
—Está bien —indicó Evelyn—. Lo tendré en mente cuando converse mañana con la entrenadora.
LINDA WEDDLE
ALÉGRATE EN LAS SITUACIONES INJUSTAS
VERSÍCULO CLAVE: SANTIAGO 1:2 (NTV)
CUANDO TENGAN QUE ENFRENTAR CUALQUIER TIPO DE PROBLEMAS, CONSIDÉRENLO COMO UN TIEMPO PARA ALEGRARSE MUCHO.
¿Alguna vez te han tratado injustamente? En la lectura bíblica de hoy, Pablo y Silas fueron golpeados y arrojados en la cárcel por ayudar a alguien. Eso no era justo, pero, en lugar de quejarse, ¡ellos se pusieron a cantar! Dios usó esa experiencia para traer a más personas a Jesús, y también puede usarte a ti. A veces te ayudará conversar de esa situación con las demás personas involucradas. Puede que no sea fácil, pero puedes afrontar las situaciones injustas con una actitud de gozo por lo que Jesús hizo por ti.
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