Más allá de lo que puedes ver

El abuelo de Lucas pateó la rueda de la moto de cuatro ruedas que había comprado.

“Vi el anuncio de esta moto por Internet y la conseguí por un buen precio”, dijo con una sonrisa.

Lucas no estaba tan seguro.  Los guardafangos estaban abollados y el asiento tenía una rajadura.  La parrilla detrás del asiento estaba doblada y una de las luces estaba rota.  “No se ve tan bien”, indicó.  “¿Por qué no compraste una moto nueva, abuelo?”

“Bueno, esta era mucho más barata que una nueva, y el motor está en excelentes condiciones de funcionamiento.  También nos da la oportunidad para poder trabajar juntos en un proyecto.  Solo necesita algunos arreglos, eso es todo.  La dejaremos como nueva, ya verás”.

Lucas no estaba convencido.  “A mí me parece que es una carcacha”, confesó, mientras comenzaba a pulir un casco negro que había venido con la moto de cuatro ruedas.

“Debes aprender a ver más allá de las apariencias externas”, exclamó el abuelo.  “Ponte ese casco y súbete.  Vamos a dar una vuelta”.

Lucas se trepó en la moto, detrás de su abuelo.  Después de manejar por el campo que quedaba frente a la carretera, Lucas quedó impresionado con el motor silencioso y estable de la moto abollada.  “Es verdad, ¡funciona bastante bien!”, señaló.

“Eso te demuestra que nunca deberías juzgar a las cosas solo por su apariencia, y eso incluye a las personas”, explicó el abuelo.  “A mí tampoco me gustó la apariencia de la moto de cuatro ruedas cuando la vi por primera vez.  Pero cuando oí su motor, ¡fue música para mis oídos!”  El anciano sonrió.  “¿Conoces a alguna persona que sea así?”

“Bueno, a Leo, supongo”, contestó Lucas.  “Es nuevo en mi clase y la primera vez que lo vi pensé que era mala persona.  Pero comenzamos a platicar y ahora somos amigos”.

“Tenemos que ver a las personas como Dios las ve”, aseguró el abuelo.  “Él no nos juzga por nuestras apariencias.  Él ve lo que hay más allá.  Él mira lo que está en nuestro corazón y ve en lo que nos podemos convertir, así como vemos en lo que se puede convertir esta moto de cuatro ruedas destartalada. Jesús puede hacer que cualquier persona sea nueva y desea que tratemos a otros de una manera que les demuestre Su amor, sin importar cuán abollados parezcan”.

“Tienes razón, abuelo”, señaló Lucas.  “¡Siempre tienes la razón!”

El abuelo se rio.  “¡Ve adentro y dile eso a tu abuela!”
VICKI REINHARDT

MIRA MÁS ALLÁ DE LAS APARIENCIAS

VERSÍCULO CLAVE: 1 SAMUEL 16:7 (NTV)

LA GENTE JUZGA POR LAS APARIENCIAS, PERO EL SEÑOR MIRA EL CORAZÓN.

¿Juzgas a otras personas por su apariencia?  Ese puede ser el modo en que el mundo ve a la gente, pero Dios no es así.  Él mira nuestros corazones.  Tú no puedes ver los corazones, como Dios, pero sí puedes ver más allá de la apariencia exterior de una persona para mirar cuánto es amada por Jesús.  Trata a todos de tal manera que demuestres el amor de Dios.  Y, ¡quién sabe!  ¡Puede que incluso te ganes un nuevo amigo!

Clave de Hoy
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