Los rompecabezas de la vida
“¿Mamá?”, los ojos de Marisela estaban llenos de lágrimas mientras coloreaba una pequeña sección de su rompecabezas. “¿Por qué la tía Celina no nos habla? Le envié un correo para decirle que la echamos de menos. Creí que ella también nos extrañaba, pero todavía no ha respondido”.
La lluvia golpeaba contra las ventanas mientras madre e hija trabajaban juntas en un rompecabezas que debían colorear según los números. A Marisela le encantaban los rompecabezas, y ella y mamá estaban poniendo los colores en las secciones con el número indicado, para revelar una imagen escondida.
“El domingo, el pastor Mateo nos recordó que debemos perdonarnos unos a otros y buscar arreglar las cosas si hemos ofendido a alguien”, continuó la niña. “Entonces, ¿por qué la tía Celina no nos perdona, si hicimos algo que la hizo enojar? No es justo. Dios tampoco ayuda. He estado orando y pidiéndole que me guíe durante las últimas semanas, pero no ha servido de nada”.
“¿Sabes?”, contestó su madre, dejando a un lado su crayón. “A veces creemos que Dios no nos ayuda, pero Él siempre nos escucha. No podemos obligar a otras personas a que se comporten de cierta manera, pero siempre podemos entregarle nuestros problemas a Jesús. Pero eso no significa que Él responderá nuestras oraciones exactamente como queremos. Jesús ve el cuadro completo de la vida de la tía Celina y solo Él puede cambiarla. Solo debemos seguir orando por ella y recordarle cuánto la amamos, hasta que esté lista para estar nuevamente con nosotros”.
Marisela suspiró. “Quisiera que ya esté lista para estar con nosotros”.
“Yo también”, aseguró mamá. “Es un tiempo difícil para todos, pero recuerda que Jesús siempre está a nuestro lado para proveernos apoyo y consuelo. Él entiende lo que estamos viviendo”.
“Tienes razón”, afirmó Marisela. “Debo poner todo en Sus manos”.
Ambas siguieron concentrándose en su rompecabezas hasta que finalmente lo terminaron.
“Mira, mamá. Este cuadro reveló un valiente león. Pongámoslo en la refrigeradora para recordar que debemos seguir perseverando”.
La madre abrazó a Marisela. “Sí, un día podremos ver nuestros problemas actuales en el cuadro completo y sabremos cómo Dios pudo usarlos para lo bueno. Pero, por ahora, confiemos en que Él cuidará de la tía Celina y nos ayudará a seguir mostrándole nuestro amor”. — CINDY LEE
DIOS SIEMPRE ESCUCHA
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 4:16
ACERQUÉMONOS CON CONFIANZA AL TRONO DE LA GRACIA PARA QUE… HALLEMOS GRACIA PARA LA AYUDA OPORTUNA.
¿Tienes dificultades con una relación en tu familia? Jesús sabe cómo te sientes. Hubo veces durante Su ministerio en la tierra cuando los miembros de Su propia familia e incluso Sus propios discípulos lo defraudaron. Entrega los problemas de tu familia a Jesús en oración y confía en que Él te ayudará con ellos. No puedes hacer que las personas cambien, pero Jesús sí puede y Él te ayudará a mostrarles Su amor y Su perdón.
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