Los escalones de las gradas

—¿Ustedes sabían que siempre había querido ser doctor? —preguntó Eduardo mientras se servía una pata de pollo en la casa de sus abuelos—. Bueno, tuvimos un visitante especial en nuestra iglesia la semana pasada, era un cirujano de un hospital misionero en África. Ellos necesitan muchos más médicos allá, así que tal vez me vaya al África algún día —el niño sonrió—. Le dije a Dios que iría donde Él quiera.

La abuela sonrió.

—Eso es maravilloso, Eduardo.

—Sí, pero … —el niño hizo una pausa—. No sé si pueda hacerlo. Cuesta mucho dinero ir a la universidad para aprender a ser médico y es muy difícil. Puede que no sea lo suficientemente inteligente.

—Bueno, no estoy diciendo que será fácil, pero si eso es lo que Dios quiere que hagas, Él te ayudará a resolverlo todo —le aseguró su abuelo.

Pero Eduardo todavía tenía dudas. Después de la cena, Eduardo y su abuelo salieron al huerto para cosechar frambuesas para comerlas con helado.

—¡Mira todas esas frambuesas! —exclamó el niño—. Debimos haber traído un contenedor más grande. Voy a traer uno —Eduardo corrió a la casa y trató de subir los cuatro escalones del porche de un solo salto, pero terminó derrumbado en las gradas.

Cuando el niño regresó, el abuelo le sonrió.

—No pudiste subir los cuatro escalones en un solo paso, ¿verdad? Bueno, alcanzar la meta de ser un médico misionero es como subir esas gradas. Debes subir un escalón a la vez.

Eduardo volvió a mirar las gradas.

—Los escalones del porche son fáciles de ver, pero no estoy seguro de cuáles son los pasos que Dios quiere que dé.

—Creo que ya diste tu primer paso cuando le dijiste a Dios que le servirás donde Él te quiera —aseguró el abuelo—. El siguiente paso probablemente será estudiar duro. Y quizá el tercer paso será aprender a ahorrar dinero. Confía en que Dios te mostrará cada paso y te ayudará a alcanzar tus metas. Lo más importante es que recuerdes que Dios está obrando en tu vida para que otros puedan ver Su amor en ti. No importa lo que termines haciendo al final, el Señor te ayudará a apuntar a otros a Jesús.

Eduardo asintió.

—Está bien. Supongo que será mejor que me vaya a casa y comience con mi segundo paso. Tengo que estudiar para el examen de mañana —el niño sonrió—. ¡Pero después del helado, por supuesto!

MARY ROSE PEARSON

CONFÍA EN QUE DIOS TE GUIARÁ PASO A PASO

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 37:23 (NTV)

EL SEÑOR DIRIGE LOS PASOS DE LOS JUSTOS; SE DELEITA EN CADA DETALLE DE SU VIDA.

¿Sientes que Dios quiere que lo sirvas de una forma que te parece difícil? Ya sea algo que creas que Él hagas ahora o en el futuro, debes saber que el Señor te ayudará en cada paso del camino. Confía en que Dios te mostrará cada paso y cómo llegar al siguiente, y recuerda que puede que Él te lleve a un lugar diferente al que esperas. No importa dónde termines o lo que Dios te llame a hacer, Él te ayudará a compartir Su amor con los demás.