Lo vale todo

—¡Guácala! —Enrique tosió cuando una bola de polvo le cayó en la cara. Solo faltaba un poco más y todo su trabajo habría valido la pena. El niño pasó por última vez el trapo por la repisa y fue a buscar a la señora Tamayo— ¡Terminé! —exclamó.

—¡La casa se ve como nueva! —expresó la señora Tamayo, antes de entregarle a Enrique dos billetes de veinte dólares—. ¿Qué vas a hacer con todo ese dinero? —preguntó.

El niño sonrió.

—¡Al fin tengo el dinero suficiente para la nueva bicicleta que quiero! —él se metió los cuarenta dólares en el bolsillo de sus jeans—. He trabajado y vendido cosas para ahorrar dinero. Vendí algunos de mis videojuegos a mi amigo, Luis, y mi pista de carreras a su hermano.

—¿No echarás de menos tus viejas cosas? —preguntó la señora Tamayo.

—¡No! —aseguró Enrique—. Esa bicicleta es más valiosa para mí que los videojuegos o los carritos —al regresar a su casa, el niño encontró a su hermana mayor, Juanita, que estaba leyendo su Biblia en la sala—. Creí que ibas a ver esa nueva película que querías mirar —comentó Enrique.

Juanita se encogió de hombros.

—Iba a ir, pero entonces me di cuenta de que todavía no había leído mi Biblia hoy.

—¡Pero realmente querías ver esa película! —insistió Enrique.

—Sí —afirmó Juanita—. Pero puedo verla después. Decidí que pasar tiempo con Jesús es más importante.

—Acabas de hacer que me diera cuenta de algo —Enrique se sentó en el sillón—. ¡Dios es como una bicicleta!

Juanita se veía perdida.

—¿Cómo puede parecerse Dios a una bicicleta?

—Bueno, he estado vendiendo mis juegos y juguetes, he estado ahogándome en el polvo para comprar esa nueva bicicleta que quiero.

—Así es —Juanita seguía sin entender.

—Esa nueva bici vale tanto para mí que estoy dispuesto a renunciar a mis juguetes y mis juegos y a mis sábados para conseguirla. Dios también es así. Vale más que cualquier otra cosa. Es como renunciar a la película que querías ver para pasar tiempo con Jesús.

Juanita rio.

—Tienes razón Jesús vale más que cualquier otra cosa, ¡pero el regalo de vida eterna que Él nos ofrece es gratis! Nada de lo que este mundo puede ofrecer se compara con la vida eterna con Jesús —Juanita sonrió a su hermano—. Por eso siento que es tan importante pasar tiempo con Jesús, para que Él pueda recordarme eso todos los días.

ROXANNE ELLIOTT

JESÚS VALE TODO

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 3:8

 YO ESTIMO COMO PÉRDIDA TODAS LAS COSAS EN VISTA DEL INCOMPARABLE VALOR DE CONOCER A CRISTO JESÚS.

¿Hay algo que deseas tanto que estás dispuesto a renunciar a todo para conseguirlo? La lectura bíblica de hoy dice que Jesús es así. Conocerlo a Él y ser parte de Su reino eterno vale más que cualquier otra cosa en todo el mundo. ¡Las Buenas Nuevas son que Él te lo ofrece gratis! Su regalo de la vida eterna no te cuesta nada. Y mientras más Lo conozcas, más apreciarás Su valor.