Lo correcto en el tiempo equivocado
Estefanía frotó la última mancha de pasta de dientes de su manga y revisó una vez más su apariencia en el espejo del baño. Probablemente nadie se daría cuenta. Se apresuró al pasillo a atender el llamado impaciente de su madre.
“¡Estefanía, por favor! Es hora de irnos para… ¿Qué le pasó a tu uniforme?”
La niña se detuvo e hizo una mueca. “Traté… Traté de lavarme la cara, cepillarme los dientes y vestirme al mismo tiempo. Creí que me daría unos minutos extra para jugar”. Suspirando, bajó la mirada para ver las manchas verduzcas en su camiseta amarilla. “Pero solo conseguí ensuciarme. Lo siento”.
Mamá rio. “Está bien. Hiciste todo lo correcto… pero en el tiempo equivocado”. Después de correr hacia la cocina, la madre regresó con un trapo húmedo y frotó las manchas de pasta de dientes. “Está saliendo, pero tu camiseta estará mojada por un rato. Voy a subir la calefacción en el automóvil para que se seque en el camino”.
Cloe, la hermana mayor de Estefanía, la miró con desdén. “Oh, ¡entonces no podremos ver la cara de los demás cuando ella entre así a la escuela!”
Estefanía llevó el trapo al cesto de ropa sucia. “Gracias, mamá”.
Las hermanas se abrocharon el cinturón de seguridad. Cloe seguía riendo. “Eres tan boba, Estefanía. ¿Cómo vas a ensuciarte el uniforme solo para tener más tiempo para jugar?”
Su madre apretó el botó para cerrar la puerta del garaje y aceleró el automóvil para salir a la calle. “Bueno, Cloe, no hay nada de malo en querer jugar”.
“¿En serio? Entonces, ¿para qué vamos a la escuela? ¿Por qué no podemos jugar todo el día?”
“Porque hay un tiempo para la escuela y un tiempo para jugar. El juego viene después de la escuela, cuando tu mente está cansada y necesita hacer una pausa”.
“Nunca lo había visto de ese modo”, afirmó Cloe. “Qué genial”.
Mamá asintió. “No solo es genial, ¡es hermoso! Dios ha señalado un tiempo para todas las cosas buenas. Él nos ama y provee lo que necesitamos, y Su tiempo es perfecto. En vez de tratar de hacer todas las cosas según nuestro propio horario, debemos confiar en que Él nos ayudará a hacer lo correcto en el tiempo adecuado”.
Estefanía sonrió al mirar su camiseta mojada. “Sí. Acabo de aprender que, cuando hacemos lo correcto en el momento incorrecto, no es tan hermoso”. — JUAN LEATHERMAN
CONFÍA EN EL TIEMPO DE DIOS
VERSÍCULO CLAVE: ECLESIASTÉS 3:11 (NTV)
DIOS LO HIZO TODO HERMOSO PARA EL MOMENTO APROPIADO.
¿Te parece que nunca tienes tiempo suficiente? ¿Quisieras adelantar los tiempos difíciles o aburridos de tu vida, para que puedas llegar a lo que quieres hacer? Recuerda que Dios, en Su sabiduría, ha designado un tiempo para todo. Cuando haces las cosas según Su horario, Él te proveerá lo que necesites en el momento justo. Confía en Su tiempo.
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