Letreros y calcomanías
“¡Ya tengo una V!”, gritó Mireya mientras una furgoneta que tenía una calcomanía en el parachoques rebasaba su automóvil. “¿Vieron? Ahí dice ‘Visualiza la paz mundial’”. La niña tachó la letra V de su hoja de papel. Mireya y su hermano, Gabo, estaban de vacaciones con su padre y todos jugaban a ver quién podría ser el primero en encontrar letreros y calcomanías que empezaran con cada una de las letras del abecedario.
Cuando Gabo miró la furgoneta, su conductor enojado tocó la bocina a otro vehículo que se le cruzó por delante. “Ese hombre no es pacífico para nada”, observó el niño.
Unos minutos después, se detuvieron en una tienda en medio del camino. “Servicio con una sonrisa”, leyó Gabo en un letrero ubicado en la ventana. “Esa es una S para mí”. Pero tuvieron que esperar un largo rato por su servicio y la persona que los atendió se quejó mucho por el calor. “Se olvidó de sonreír”, comentó el niño cuando salieron de ese lugar.
Mientras comían su almuerzo, platicaron sobre su viaje y lo que habían visto. “¿Cuáles son algunas cosas que han aprendido durante nuestra travesía?”, preguntó papá.
“Bueno, algo que aprendí es que uno puede decir una cosa y hacer algo completamente diferente”, explicó Gabo. “Hemos visto muchos letreros y calcomanías que dicen una cosa, pero las personas que los pusieron no viven de acuerdo con eso”.
“Esa es una buena observación”, aseguró el padre. “Y es algo que todos debemos recordar, especialmente los cristianos”.
“¿Te refieres a que la Biblia dice que la gente debería darse cuenta de que somos cristianos por el amor que tenemos unos por otros?”, preguntó Mireya.
Papá asintió. “Cuando decimos que somos cristianos, nuestras acciones deben reflejar nuestras palabras. Todos cometemos errores, por supuesto, y fallamos al tratar de vivir lo que predicamos, así como las personas que vimos hoy que no hicieron lo que decía su letrero o calcomanía. Cuando eso sucede, debemos pedirle a Jesús que nos perdone y confiar en que Él nos ayudará a poner en práctica las palabras que decimos”.
Después del almuerzo, volvieron a la carretera. “Gracias por traernos a este viaje, papá”, expresó Mireya.
“Sí”, afirmó Gabo, sonriendo. “Estás poniendo en práctica las palabras de esa taza que te regalamos, que dice: ‘El mejor papá del mundo’”. — JAN L. HANSEN
VIVE DE ACUERDO CON LO QUE DICES
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 13:35
[JESÚS DIJO:] “EN ESTO CONOCERÁN TODOS QUE SON MIS DISCÍPULOS, SI SE TIENEN AMOR LOS UNOS A LOS OTROS”.
¿Dices a la gente que sigues a Cristo? ¿Pones en práctica esas palabras al mostrarles el amor de Jesús? Lee sobre el fruto del Espíritu que se describe en la lectura bíblica de hoy. Si conoces a Jesús como tu Salvador, estas son características que demostrarás cuando permitas que el Espíritu Santo trabaje en tu vida. Confía en que Él te ayudará a transformar tus palabras en acciones y así apuntar a otros a Jesús.
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