Lealtad familiar

Caleb y Jacob Parreño eran primos que vivían en lados opuestos de su país. Cuando se juntaban, se divertían mucho, pero eso no sucedía muy a menudo. Sin embargo, este verano Caleb se iba a quedar con Jacob por todo un mes mientras operaban a su mamá de la rodilla.

—Niños, ustedes se parecen tanto —comentó el señor Parreño mientras los llevaba al «Miércoles loco» del club infantil de verano en la iglesia—. Les gustan las mismas cosas y se ven tan iguales que parecen hermanos.

—Excepto que Caleb es hincha de los Piratas y yo de las Águilas —rio Jacob—. Él se muere de miedo por el partido del sábado, a pesar de que ya sabemos quién ganará —bromeó con su primo—. Creo que deberías hacerte seguidor de las Águilas solo por el verano.

Caleb se veía espantado.

—¡Cómo se te ocurre! Soy hincha de los Piratas por siempre y para siempre.

Los niños se la pasaron debatiendo de sus equipos desde el día que Caleb llegó. Cuando el señor Parreño tomó la autopista, preguntó:

—¿Todavía están aprendiendo sobre los Diez Mandamientos el «Miércoles loco»?

—Sí —contestó Jacob—. Hoy hablaremos del séptimo mandamiento.

—Es algo que tiene que ver con los adultos… adult… erio o algo así —contó Caleb—. No entiendo qué significa esa palabra.

—Adulterio —corrigió el señor Parreño—. Ese versículo se dirige a esposos y esposas. Dios les pide que sean leales el uno con el otro. Niños, ¿saben lo que es la lealtad?

—Más o menos —respondieron ambos chicos, pero no parecían estar seguros.

El señor Parreño sonrió.

—De hecho, ustedes acaban de demostrarme su lealtad. Caleb, tú eres leal a los Piratas y, Jacob, tú eres leal a las Águilas. Nadie podría convencerlos de cambiarse de bando y dejar de ser leales a su propio equipo. Y eso es exactamente lo que siento con tu mamá, Jacob. Nadie podría convencerme para que deje de amarla. Le soy leal. Eso es lo que dice el mandamiento que deben hacer esposos y esposas, que sean leales el uno con el otro, para que su matrimonio refleje el amor y la fidelidad que Jesús nos demuestra a todos.

—Gracias, papá. Eres muy bueno para explicar las cosas. Ahora ya entiendo lo que es la lealtad.

—Así es —exclamó Caleb—. ¡Arriba los Piratas!

—No —contradijo Jacob—. ¡Arriba las Águilas!

LINDA WEDDLE

SÉ LEAL A TU FAMILIA

VERSÍCULO CLAVE: ÉXODO 20:14

NO COMETERÁS ADULTERIO.

¿A quién muestras tu lealtad? ¿A tu equipo de fútbol? ¿A tu escuela? ¿A tus amigos? El Señor dice que los esposos y esposas deben ser leales el uno con el otro. Jesús nos ama y promete que siempre nos será fiel, así que pide a los esposos y esposas que se demuestren ese mismo tipo de fidelidad en el matrimonio. Aunque todavía eres pequeño, puedes confiar en que Jesús te ayudará a ser fiel como Él a lo largo de tu vida.