Lavar los pies
—¡Tamara, es hora de irnos! No puedes llegar tarde a la visita que tu clase de escuela dominical hará al hogar de ancianos —. La madre entró a la sala y encontró a su hija leyendo en el sillón.
Tamara cerró su libro. —Mamá, ¿puedo quedarme en la casa? Realmente no veo cómo podría yo ayudar en el hogar de ancianos.
—Pero te comprometiste a ir con los demás, para que pudieran servir juntos a Dios —le recordó mamá—. Vas al hogar de ancianos para compartir el gozo del Señor.
Tamara frunció el ceño mientras se sentaba derecha.
—¿Y no pueden hacerlo los otros niños? No entiendo por qué es importante que yo esté ahí.
La madre dejó a un lado su cartera.
—Hija, ¿tienes aquí tu Biblia?
La niña miró la mesa de la sala.
—Sí, está ahí.
—¿Qué tal si la abres en Juan 13? —sugirió mamá, mientras se sentaba en el sillón, junto a Tamara.
La hija abrió su Biblia y leyó el pasaje.
—No entiendo, mamá. ¿Jesús quiere que lavemos los pies de las personas?
La madre rio. —No exactamente. Jesús lavó los pies de Sus discípulos porque quería que ellos supieran que, a pesar de que Él era Dios, había venido a la tierra a ser un siervo porque amor a las personas.
Tamara se veía confundida. —¿Y Él demostró a las personas que las amaba lavando sus pies?
Mamá asintió. —Él demostró a Sus discípulos que los amaba cuando hizo lo que nadie más quería hacer. Pero Su acto de servicio apuntaba a algo mucho mayor que Él iba a hacer para todos nosotros.
—¿Te refieres a su muerte en la cruz? —preguntó Tamara.
—Así es. No eran solo los pies de los discípulos los que estaban sucios… Sus corazones también necesitaban una limpieza —explicó su madre—. A pesar de que Jesús es el Rey sobre todo, Él vino a la tierra para servir a los pecadores al morir por nuestros pecados, y desea que demostremos a las personas Su amor por medio del servicio.
Tamara se puso de pie.
—Todavía no estoy segura de cómo podría yo ayudar en el hogar de ancianos, pero voy a ir.
Su madre sonrió.
—Cuando llegues allá, estoy segura de que encontrarás la manera de ayudar y servir. ¿Qué tal si llevas tu libro? A lo mejor podrías leérselo a uno de los ancianitos. — KIMBERLY BROKISH
SIRVE COMO JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 13:14
SI YO, EL SEÑOR Y EL MAESTRO, LES LAVÉ LOS PIES, USTEDES TAMBIÉN DEBEN LAVARSE LOS PIES UNOS A OTROS.
¿Cómo puedes servir a las demás personas como Jesús? Él vino a la tierra para servirnos, a pesar de que es Dios y nosotros somos pecadores. Cuando servimos a otros, les mostramos el amor de Jesús y Su sacrificio. Piensa en algunas cosas que podrías hacer para servir. ¿Puedes llamar o visitar a alguien que no puede salir fácilmente de su casa? ¿O cargar las compras para ayudar a tus padres? Comparte el amor de Dios al servir a los demás en Su nombre.
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