La tormenta de nieve

“¡Casi no veo nada!”, exclamó Maya mientras la nieve caía alrededor de su auto.  “¡Todo está tan blanco!”

“Sí”, afirmó su madre.  “¡Es difícil ver las líneas de la carretera!”

Viviana señaló lo que veía adelante.  “¡Mira, papá!  Hay un camión delante de nosotros.  ¿No nos iría mejor si nos quedáramos detrás de él?”

“Parece que otras personas tienen la misma idea”, comentó su padre mientras dos automóviles los rebasaban y aumentaban la velocidad para ponerse detrás del camión.  “Están yendo demasiado rápido”, agregó papá.  “Simplemente avanzaremos lentamente hasta que encontremos un lugar dónde detenernos”.

En poco tiempo vieron el mismo camión otra vez… en la cuneta.  “¡Miren!”, gritó Maya.  “¡El camión se salió de la carretera y los dos automóviles lo siguieron!”

“Era un ciego guiando a otros ciegos”, murmuró el padre.  “Esperemos que la nieve deje de caer pronto.  Si no es así, trataremos de encontrar un hotel en el camino y esperaremos hasta mañana para seguir”.

En poco tiempo sí dejó de nevar y todos suspiraron con alivio.  “Me alegra que no hayas seguido a ese camión como te lo sugerí”, confesó Viviana.  “Pero ¿qué quisiste decir con eso de que era un ciego guiando a otros ciegos?”

Jesús les dijo una vez a Sus discípulos que si un ciego guía a otro ciego, ambos caen en el hoyo”, explicó papá.  “Eso fue lo que sucedió allá.  El conductor del cambión obviamente no podía ver mejor que los conductores de los otros automóviles.  Pero de todas maneras lo siguieron y el camión los guio a salirse de la carretera”.

“Bueno, estoy segura de que Jesús no estaba hablando de camiones o automóviles”, aseguró Viviana.

“No”, indicó el padre.  “Jesús estaba hablando de ceguera espiritual.  Estaba enseñando que debemos confiar en Él y seguirlo”.

“En la escuela, muchos chicos siguen a cantantes, atletas, actores de cine… a gente así”, dijo Maya.  “¿Eso es malo?”

“Depende”, explicó papá.  “Está bien admirar la habilidad que tiene una persona para cantar o jugar un deporte, pero solo Jesús puede abrir nuestros ojos al a verdad espiritual.  Tenemos que confiar en Él como nuestro Salvador y seguir Su ejemplo.  Otros cristianos pueden ayudarnos a entender lo que significa seguir a Jesús al modelarlo en sus propias vidas.  Pero imitar los hábitos pecaminosos de alguien que sigue sus propios deseos en vez de seguir a Jesús no nos llevará al lugar al que quisiéramos llegar”.  —  KAREN R. LOCKLEAR

SIGUE A JESÚS

 VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 6:12 (NVI)

NO SEAN PEREZOSOS; MÁS BIEN, IMITEN A QUIENES POR SU FE Y PACIENCIA HEREDAN LAS PROMESAS.

¿A quién admiras y como quién quisieras ser?  ¿Como las personas que exhiben el amor de Jesús y animan a otros en su fe?  ¿O como alguien que te dice que está bien faltar al respeto a quienes no te caigan bien, que seas deshonesto o que hagas algo que es pecado?  No sigas a esas personas.  Están ciegos a la sabiduría y el conocimiento de Dios.  Pon tu mirada en aquellos que conocen y aman a Jesús como ejemplos de cómo todos debemos imitarlo.

Clave de Hoy
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