La motivación de un torero
Estuardo estaba de pie en el jardín, agitando una manta roja.
—¡Prepárense para el asombro! ¡Yo soy el torero más sorprendente, el matador más increíble que haya vivido!
El hermano menor de Estuardo, Telmo, asomó su cabeza detrás del tronco de un árbol y puso sus dedos en la frente, fingiendo ser un toro.
—¡Al ataque! —gritó el pequeño, corriendo hacia la cobija.
Estuardo esperó hasta que Telmo estuviera a punto de alcanzar la manta y le dio un tirón, y el hermano menor pasó corriendo y bajó la velocidad al no alcanzar la manta. Telmo se dio la vuelta y gritó:
—¡Otra vez!
Los niños jugaron lo mismo algunas veces más, y Estuardo siempre halaba la manta, evitando que Telmo pudiera alcanzarla. El hermano mayor sabía que tenía que dejar que Telmo alcanzara la manta al menos una vez, pero se estaba divirtiendo demasiado al ver frustrado a su hermanito.
Finalmente, Telmo se dio la vuelta y dio un pisotón.
—¡No es justo! —exclamó—. Ahora yo quiero ser el torero.
—¡No, todavía es mi turno! —respondió Estuardo con otro grito.
Los niños siguieron discutiendo hasta que su madre abrió la puerta trasera.
—¿Qué está pasando? —preguntó. Ambos niños inmediatamente comenzaron a culparse el uno al otro. Mamá negó con la cabeza—. ¡Basta! Niños, si no pueden jugar sin pelear, tendrán que ayudarme a poner la mesa.
Refunfuñando, los dos hermanos entraron a la casa de mala gana. Estuardo pasó encorvado durante toda la cena, fastidiado porque Telmo había arruinado su diversión.
—El versículo de hoy es muy corto —anunció su padre después de la comida—. Dice: «Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras».
—¿Qué significa «estimularnos»? —preguntó Telmo.
—Estimular significa animar intencionalmente a alguien para que haga o sienta alguna cosa —papá miró a Estuardo—. Como cuando un torero provoca a un toro para que ataque al agitar su capa. Este versículo nos dice que, debido a que somos amados y aceptados por Jesús, deberíamos estimular a nuestros hermanos en Cristo de una manera que provoque amor y buenas obras, no enojo y frustración.
Estuardo bajó la mirada al entender lo que su padre trataba de enseñarle. Había estado provocando a Telmo para que tuviera una mala actitud, en lugar de estimularlo al amor y las buenas obras.
—Hermano, lamento mucho haber sido grosero hoy. ¿Me perdonas?
Telmo miró a Estuardo y asintió.
—Sí, te perdono.
El hermano mayor sonrió.
—Limpiemos la mesa. Después podremos jugar de nuevo a los toreros. Y esta vez puedes ser el matador.
OLIVIA SUMMERS
ANIMA A OTROS A HACER LO BUENO
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 10:24
CONSIDEREMOS CÓMO ESTIMULARNOS UNOS A OTROS AL AMOR Y A LAS BUENAS OBRAS.
¿Tienes un hermano que te fastidia? ¿Buscas la manera de fastidiarlo también? Hacer eso solo producirá más enojo y frustración para ambos. Más bien, demuéstrale el amor de Jesús y anímalo para que haga lo bueno. Estimula a otros al amor y las buenas obras, siguiendo el ejemplo de Jesús. Busca hoy las maneras de motivar a otros para que sean como Cristo.
Leave a Reply
Want to join the discussion?Feel free to contribute!