La maestra perfecta
Lidia entró corriendo en la casa, ondeando un papel que había traído de la escuela.
—¡Adivina qué! ¡La señorita Pérez nos dejó una tarea! —exclamó emocionada, casi sin aliento—. ¡Sus proyectos siempre son tan divertidos!
Mamá sonrió. Estaba acostumbrada a oír de la señorita Pérez. A Lidia le caía muy bien su maestra y hablaba de ella constantemente.
—La señorita Pérez nos dio estos dibujos de pajaritos. Tenemos que buscarlos en Internet y pintarlos con los colores correctos —indicó Lidia—. ¡Me encanta pintar! Estoy tan feliz de tenerla como maestra este año. ¡Es perfecta!
Lidia fue a la computadora y empezó a colorear los pájaros. Pero cuando llegó a uno de los dibujos, se sintió confundida. El ave que la señorita Pérez había etiquetado como «azulejo» no se veía como los azulejos que encontró en Internet. Lidia le llevó el problema a su madre.
—¿Puedes ayudarme, mamá? ¿Dónde puedo encontrar este tipo de azulejo?
—Creo que la señorita Pérez se equivocó al poner los nombres de los pájaros —opinó su madre después de ver el dibujo—. Este no es un azulejo.
Pero Lidia negó con la cabeza.
—¡La señorita Pérez sabe de aves! —insistió—. Y ella dice que este es un azulejo.
—Entonces déjalo así —sugirió mamá—. Puedes preguntarle mañana.
Al día siguiente, cuando Lidia llegó a casa, sacó nuevamente su tarea de los pájaros.
—La señorita Pérez sí se equivocó de nombre —le contó a su madre—. Este es un arrendajo, no un azulejo —la niña suspiró—. Tal vez ella no sea perfecta… ¡pero sigue siendo una maestra excelente!
Mamá asintió.
—Sí, y me alegra que la quieras tanto —después de un momento, le preguntó—: ¿Sabes quién es el único maestro que es perfecto? ¿El único que nunca comete un error? —Lidia se veía confundida y negó con la cabeza—. Es Dios —afirmó su madre—. Cuando nos dice algo, sabemos con certeza que es verdad. Él nos enseña a través de Su Palabra, la Biblia, y da a los cristianos el Espíritu Santo para ayudarnos a entender la verdad de Su Palabra y guiarnos para que sepamos cómo vivir como seguidores de Jesús.
—Nunca había pensado en Dios como mi maestro —expresó Lidia—. ¡Pero estoy segura de que Él sería el mejor de todos los maestros!
CAROLYN E. YOST
SOLO DIOS ES PERFECTO
VERSÍCULO CLAVE: 2 SAMUEL 22:31
EN CUANTO A DIOS, SU CAMINO ES PERFECTO.
¿Conoces a alguien que nunca cometa errores? Todos los seres humanos cometen errores, aun los mejores maestros, pastores y amigos. Pero Dios es perfecto, y cuando dice algo, puedes estar seguro de que es verdad. El Señor nos enseña la verdad a través de Su Palabra, la Biblia, y nos guía para que sepamos cómo vivir. Cuando leas y estudies la Biblia, y escuches lo que Dios te está diciendo, ¡aprenderás del mejor maestro que existe!
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