Una nueva forma de caminar

Diego observó cómo Lucas caminaba alrededor de la mesa de picnic en zancos y después brincó al suelo.

—¿Quieres intentarlo? —preguntó Lucas. El niño sostuvo los zancos mientras su primo se trepaba en la mesa para subirse en ellos—. Tienes que usar tus brazos para ayudarles a tus piernas a dar los pasos —explicó Lucas—. Es como si fueras una marioneta que hala tus propios hilos.

Cuando Luchas soltó los zancos, estos salieron volando de debajo de los pies de Diego. Uno se fue a un lado y golpeó a Lucas en la cabeza. De su boca salieron palabras crueles y llenas de enojo mientras se retorcía del dolor y se agarraba la cabeza con sus manos. Diego miró fijamente a su primo, sorprendido.

—No fue mi intención golpearte con los zancos. Lo siento.

Lucas suspiró.

—Está bien. No debí haber perdido los estribos y decirte esas cosas. También lo siento. A ver, te ayudo para que te subas nuevamente en los zancos.

Diego se tambaleó peligrosamente cuando Lucas soltó los zancos, pero en poco tiempo pudo mantener el equilibrio por algunos pasos.

—¡Mira, mamá! —le dijo orgulloso cuando vino a observar—. ¡Estoy andando en zancos!

Después que Lucas se fue a su casa, Diego habló con su mamá.

—¿Crees que Lucas hablaba en serio cuando dijo que confiaba en Jesús para perdonarlo y salvarlo, el mes pasado en la iglesia? Cuando me caí y uno de los zancos lo golpeó, se enojó y me insultó feo, igual que hacía antes.

—Bueno, piensa en esto como si fuera el proceso de andar en zancos, hijo —indicó mamá—. Al inicio tenías que ir con cuidado y pensar en cada paso para no caerte. Eso es lo que todos debemos hacer como cristianos. Tenemos que ir con cuidado y pensar en los pasos que damos en la vida. Cuando no tenemos cuidado, es fácil que caigamos nuevamente en los viejos hábitos, en lugar de andar de la manera que Jesús nos enseña a caminar.

—Bueno, Lucas sí me pidió perdón —le contó Diego—. Eso no había hecho antes.

—Todos caemos en nuestras vidas cristianas de vez en cuando —aseguró mamá—. Pero Jesús nos perdona y nos ayuda a levantarnos otra vez. Debemos hacernos acuerdo de esto unos a otros y ayudarnos mutuamente. Puedes animar a Lucas en su caminar cristiano al ser paciente y perdonador.

—Está bien —expresó Diego—. Haré lo que pueda para ayudarlo en su caminar con Jesús.

CATHERINE RUNYON

ANIMA A OTROS CRISTIANOS

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 4:1-2 (NTV)

LLEVEN UNA VIDA DIGNA DEL LLAMADO QUE HAN RECIBIDO DE DIOS… SEAN PACIENTES UNOS CON OTROS Y TOLÉRENSE LAS FALTAS POR AMOR.

¿Eres paciente con otros cristianos? ¿O eres rápido para señalar sus faltas? Recuerda que todos tropezamos y caemos en nuestra vida cristiana a veces, pero Jesús nos perdona y con paciencia nos ayuda a caminar con Él. Como hermanos en Cristo, debemos apoyarnos y animarnos unos a otros, mientras andamos por la vida. Sé paciente con otros cristianos y anímalos mientras todos aprendemos a dejar atrás los viejos hábitos y caminar de una nueva manera.

Clave de Hoy
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