La luz que viaja

Adela miró el cielo estrellado y frunció el ceño. Este viaje familiar para acampar no le subió el ánimo ni un poquito. Todavía se sentía triste por todas las cosas terribles que pasaban en el mundo. Ella aspiró cuando su madre se acercó y se sentó a su lado en el tronco del árbol.

—Creo que voy a dejar de orar. Me parece que no hace ninguna diferencia.

Mamá sacó un pañuelo arrugado del bolsillo de su pantalón y con delicadeza limpió las lágrimas de Adela.

—No te rindas. A veces tenemos que esperar un tiempo para ver nuestras oraciones contestadas.

—¿Y cuánto tiempo más falta para eso? —preguntó la niña con un suspiro profundo.

—Depende. Dios responde las oraciones en su propio tiempo. Algunas las contesta en un día, otras en un mes, otras tardan años. De hecho, muchas de las bendiciones que disfrutamos hoy son la respuesta a las oraciones que la gente hizo hace mucho tiempo.

Adela abrió los ojos, sorprendida.

—¿Cómo es que las oraciones de hace mucho tiempo pueden ayudarnos hoy?

La madre apuntó al cielo.

—¿Ves esas estrellas brillantes que disfrutamos esta noche? Los astrónomos dicen que, cuando vemos esas estrellas, estamos mirando una luz a la que le tomó muchos años para llegar a nuestros ojos —mamá señaló una estrella grande y titilante que brillaba en el cielo—. ¿Ves esa estrella? Es la Estrella del Norte, y la luz que vemos en este momento comenzó su trayecto a la tierra hace cientos de años —ella sonrió a su hija—. Ahora, no estoy diciendo que tendrás que esperar siglos para ver los resultados de tus oraciones, pero a veces hay peticiones que Dios responde después de mucho tiempo. Incluso es posible que no llegues a ver el resultado de algunas de tus oraciones, pero la luz de esas peticiones eventualmente llegará a los corazones de aquellos que el Señor quiere bendecir a través de ellas.

—Así como a Estrella del Norte, que eventualmente llegó a nosotros —comentó Adela.

—Exactamente. A pesar de que Dios no siempre responde nuestras oraciones cuando o como quisiéramos, sabemos que a Él le importa lo que está pasando en el mundo y le importan las personas que sufren. Él está obrando, y un día Jesús arreglará todas las cosas. Hasta entonces, podemos confiar en que el Señor contestará nuestras oraciones de la forma y en el tiempo que Él sabe que es mejor.

Adela se relajó y observó la hermosa noche estrellada.

—Voy a seguir orando —dijo, pensativa—, porque algún día tal vez eso ayude a alguien.

SUZANNE DALY

NO DEJES DE ORAR

VERSÍCULO CLAVE: 1 TESALONICENSES 5:17-18

OREN SIN CESAR. DEN GRACIAS EN TODO, PORQUE ESTA ES LA VOLUNTAD DE DIOS PARA USTEDES EN CRISTO JESÚS.

¿Te sientes desanimado porque parecería que tus oraciones no hacen la diferencia? No te rindas. Dios contesta la oración a Su manera y a Su tiempo, pero puedes estar seguro de que tus oraciones nunca son desperdiciadas ni perdidas. Son como las estrellas en el cielo, que muchas generaciones verán y se beneficiarán de ellas. ¡Así que no dejes de orar! Algún día te sorprenderá ver a cuántas personas has ayudado.

Clave de Hoy
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