La leyenda de los dos lobos
A Jamar le encantaba el olor de los pinos del bosque que se mezclaba con el humo de las fogatas cuando fue con su papá a sentarse en el anfiteatro al aire libre que había en el sitio de campamentos del parque nacional. Estaban escuchando al guardabosques hablar sobre los lobos. Casi al final de su charla, el guardabosques dijo:
—Quiero cerrar con una leyenda que se ha transmitido por cientos de años.
Jamar descansó en un tronco, ansioso por escuchar la historia.
—Hace muchos, muchos años —comenzó el guardabosques—, un abuelo nativo norteamericano hablaba con su nieto. «En mi interior hay dos lobos», le dijo el abuelo, «y los dos tienen una terrible pelea. Un lobo es malvado, lleno de odio, mentiras, enojo, avaricia y envidia. El otro lobo es bueno, lleno de paz, amor, verdad, ganas de compartir, bondad, amistad y generosidad. La misma pelea ocurre en tu interior». El nieto se veía preocupado. «Pero ¿cuál lobo ganará?», preguntó. El sabio abuelo respondió: «¡Aquel al que tú alimentes!».
Mientras Jamar y su padre caminaban a su campamento, se pusieron a conversar sobre lo que el guardabosques acababa de contar.
—¡Esa historia tiene una gran verdad bíblica! —aseguró papá—. La Biblia dice que ocurre una pelea en nuestro interior, como cristianos. Nuestra vieja naturaleza pecaminosa, es decir, los deseos egoístas con los que nacen todas las personas, pelean contra la nueva naturaleza espiritual que Jesús nos dio cuando confiamos en Él.
Jamar se quedó en silencio por un rato, luego suspiró.
—Y es mucho más fácil alimentar al lobo malo, ¿verdad?
—A veces así parece —opinó papá—. La forma de hacer las cosas en el mundo nos rodea por todos lados, y debemos tener cuidado de no alimentar este camino ni sus falsos mensajes. Por esa razón es una buena idea empezar cada día alimentando al loo bueno.
—¿Al leer la Biblia y orar? —preguntó Jamar.
—¡Exactamente! —respondió su padre—. Cuando enfocamos nuestras mentes en la verdad de Dios, eso nos ayuda a recordar que nuestra naturaleza pecaminosa no tiene control sobre nosotros porque Jesús nos ha hecho libres del pecado. Él nos hace personas nuevas y tenemos al Espíritu Santo en nuestro interior, que nos ayuda a resistir la tentación. Un día, Jesús nos dará nuevos cuerpos y nuestra naturaleza pecaminosa desaparecerá para siempre, pero, hasta entonces, no tenemos que dejar que gane el lobo malo.
LORE WOLIF
ALIMENTA TU NUEVA NATURALEZA
VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 13:14 (NTV)
VÍSTANSE CON LA PRESENCIA DEL SEÑOR JESUCRISTO. Y NO SE PERMITAN PENSAR EN FORMAS DE COMPLACER LOS MALOS DESEOS.
¿Alguna vez has sentido la pelea encarnizada en tu interior, la lucha entre el lobo bueno y el lobo malo? Tu vieja naturaleza pecaminosa quiere controlar tu vida otra vez. ¡No la alimentes! Más bien, alimenta tu nueva naturaleza al enfocarte en Jesús y en la verdad de quién eres en Él. El Señor te hizo una nueva persona cuando confiaste en Él como tu Salvador, y los deseos egoístas que tenías antes ya no tienen poder sobre ti. Dios te ayudará a pelear contra ellos y ganar.
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