La fuerza de Dios (Parte 2)

Andrés miró de cerca el pequeño tronco que su padre había traído a casa para mostrárselo, porque tenía una tira larga de heno que salía de la madera.

—Qué raro —opinó Andrés—. ¿Cómo se metió ese heno en el tronco?

—El tornado que pasó el otro día lo hizo —explicó papá—. Uno de mis compañeros de trabajo encontró este tronco en su propiedad, justo en el lugar donde pasó la tormenta.

—¡Guau! —expresó Andrés—. El viento metió ese hilo débil de heno en la madera. ¡Y ni siquiera se dobló!

—Para eso se necesita un poder muy fuerte y especial —comentó su padre—. He estado pensando en eso toda la tarde. Como resultado, decidí enseñar en la escuela dominical, como me lo pidieron en la iglesia.

—¿En serio? ¿Qué tiene que ver la clase de la escuela dominical con este tronco y el heno?

—Bueno, este heno era débil, pero con el poder de la tormenta se volvió muy fuerte —respondió papá—. Yo también soy débil y tenía miedo de no poder mantener el interés de los niños en la clase. Cuando pensé en el heno metido en este tronco, recordé que también existe un poder fuerte y especial que está disponible para mí: el del Espíritu Santo. A través de ese poder, Dios puede usarme para ayudar a que esos niños conozcan más sobre Jesús.

—Creo que serás un buen maestro —aseguró Andrés.

—Gracias por tu voto de confianza, espero y oro que tengas razón —el padre sonrió—. También pensé en ti, hijo. Tu mamá me contó que te está costando saber qué decirle a un amigo que está pasando por un tiempo difícil

—Sí, es mi amigo Marco. Su papá murió hace unas dos semanas y quiero apoyarlo, pero no sé qué decir.

—Puede ser difícil consolar a alguien que está pasando por una prueba tan dura, pero recuerda que también tienes disponible un poder especial —le dijo su padre—. Ya que has puesto tu confianza en Jesús, tienes el poder del Espíritu Santo. Aunque te sientes débil en esta situación tan difícil. Él te ayudará a consolar a Marco.

Andrés asintió.

—Está bien. Tú enseña tu clase y yo iré a hablar con Marco. ¡Dios nos ayudará a ambos!

HAZEL W. MARETT

DIOS NOS DA PODER

VERSÍCULO CLAVE: FILIPENSES 4:13

TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE.

¿Tienes miedo de no poder hacer la diferencia cuando compartes de Jesús con otras personas? ¿Quieres hablar a otros del Señor y mostrarles Su amor, pero no sabes cómo hacerlo? No lo harás solo. Tienes un poder especial: ¡el Espíritu Santo! Él está trabajando a través de ti para que más personas conozcan sobre Jesús y vean Su amor en sus vidas. Depende del Espíritu Santo para que Él te dé la fuerza y el poder que necesitas.

Clave de Hoy
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