La elección de Moppet

—¿Pueden pensar en alguien que necesite un amigo? —preguntó la maestra de escuela dominical de Abigail—. Durante Su tiempo en la tierra, Jesús buscó a los que eran rechazados o ignorados por los demás, para que supieran que eran amados por Dios. Cuando damos la mano a los que están solos, les demostramos el amor de Jesús, quien sacrificó Su vida para que podamos tener un lugar en Su familia. ¿A quién pueden demostrar el amor de Dios esta semana, que quizá se sienta solo?

Abigail trató de pensar en alguna persona, pero no había nadie en su escuela que se veía solitario. Su clase era pequeña y todos los niños se conocían bien. Cuando la niña llegó a su casa, su perrito Moppet la saludó en la puerta.

—Hola, Moppet —canturreó Abigail. Cuando se sentó para acariciar al perrito, su hermano, Tiago, caminó frente a la cocina. Moppet se levantó de un brinco y lo siguió. Abigail frunció el ceño y los fulminó con la mirada—. ¿Por qué Moppet siempre prefiere estar con mi hermano? —balbuceó en voz baja. La niña suspiró, se levantó y fue a su habitación.

Ese mismo día, Abigail notó que su hermano no se veía muy interesado en el programa de televisión que estaba mirando. «Me pregunto si Tiago se siente solo», pensó asustada. «Solo hemos vivido aquí poco tiempo y parece que no tiene muchos amigos todavía». La niña recordó cómo se sintió cuando Moppet eligió seguir a Tiago en vez de a ella. «¿Será que mi hermano se siente así?», se preguntó. «¿Tal vez esté triste y solo porque todos en la familia nos sentimos en casa y hemos hecho amigos, excepto él?» Abigail pensó otra vez en las palabras de su maestra. «Esta mañana no se me venía nadie a la mente, pero ni siquiera pensé en mi propio hermano». Ella suspiró. «Quizá por eso Moppet elige seguir a Tiago, porque sabe que necesita un amigo».

Abigail fue a la cocina y sirvió dos vasos de leche con unas galletas. Puso todo en una bandeja y la llevó a la sala. Tiago levantó sorprendido la mirada cuando su hermana le ofreció leche y galletas.

—¿Por qué me traes esto? —preguntó.

Abigail levantó los hombros.

—Solo se me ocurrió que podríamos pasar tiempo juntos y comer algo.

Tiago sonrió.

—Gracias —expresó, y ambos niños se sentaron a ver juntos la televisión.

LINDA WEDDLE

SÉ AMIGABLE CON LOS DEMÁS

VERSÍCULO CLAVE: 1 JUAN 4:21

EL QUE AMA A DIOS, AME TAMBIÉN A SU HERMANO.

¿Conoces a alguien que sienta soledad y necesita un amigo? Tal vez sea alguien en tu iglesia, tu escuela… ¡o incluso en tu propia familia! Pídele a Dios que te muestre a alguna persona que necesite un amigo. Entonces acércate y demuéstrale que te importa. A través de tu bondad y amistad, puedes hacer que otros sepan que Jesús los ama y tiene un lugar para ellos en su familia.

Clave de Hoy
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