La cura del aburrimiento
—¡Qué calor hace! —murmuró Pierina para sí misma al sentarse en el columpio que había en la entrada de su casa—. Y no hay nada que hacer —la niña cerró los ojos y dejó que el columpio la arrullara lentamente de adelante hacia atrás. En ese momento, oyó el chillido de unas llantas en la calle y abrió los ojos para ver a su vecino que montaba su bicicleta a toda velocidad—. Hola, Aarón —gritó a espaldas de su amigo—. ¿Qué pasó? ¿Por qué vas tan rápido?
Aarón dio un frenazo y se dio la vuelta.
—No pasó nada. Solo tengo muchas cosas que hacer hoy.
—Yo no tengo nada que hacer —refunfuñó Pierina—. ¡Estoy tan aburrida! Aquí no hay nada para hacer.
—¿Nada para hacer? —preguntó Aarón—. Bueno, ¡puedes ayudarme! Voy de camino a cortar el pasto y podar los arbustos en la casa del señor Norberto. ¿Quieres venir conmigo y ayudarme?
—Claro —Pierina se puso de pie—. ¿Cuánto nos van a pagar?
—Nada —Aarón sonrió—. Lo estoy haciendo por diversión.
—¿Por diversión? —Pierina se dio una palmada en la frente—. ¿Vas a cortar el pasto de otra persona por diversión? ¿Acaso el señor Norberto tiene una cortadora de césped de carrito o algo así?
Aarón negó con la cabeza.
—No. Lo voy a hacer porque quiero ayudarlo, ya que hace poco le operaron y no puede hacerlo él mismo. Además, en la iglesia aprendimos que Jesús dijo que realmente Lo servimos a Él cuando hacemos cosas por otros. El Señor usa nuestras acciones para ayudar a que los demás vean quién es Él, el Rey que se hizo siervo y murió en la cruz para salvarnos —Aarón sonrió—. Decidí dedicar un tiempo estas vacaciones para trabajar para Jesús.
Pierina levantó las cejas. Pero como no tenía nada más que hacer, le preguntó a su mamá si podía ir con Aarón. Pierina también acompañó a su amigo al día siguiente… y al siguiente también. La niña no podía creer que de verdad disfrutaba el tiempo que pasaba trabajando para Jesús.
—Esto es mucho más divertido que no hacer nada —le comentó a Aarón mientras limpiaban su garaje—. No veo la hora de ver la cara de mi papá cuando llegue a casa y vea lo lindo y limpio que quedó —ella sonrió—. Tenía miedo de que no hubiera nada que hacer en las vacaciones, pero me recordaste que siempre podemos encontrar la manera de servir a otros y demostrarles el amor de Dios.
Aarón asintió.
—¡Es difícil aburrirnos cuando servimos a Jesús!
BARBARA J. WESTBERG
SIRVE A JESÚS AL AYUDAR A OTROS
VERSÍCULO CLAVE: MATEO 25:40
EL REY LES RESPONDERÁ: “EN VERDAD LES DIGO QUE EN CUANTO LO HICIERON A UNO DE ESTOS HERMANOS MÍOS, AUN A LOS MÁS PEQUEÑOS, A MÍ LO HICIERON”.
¿La palabra «aburrimiento» describe tu vida? ¿Crees que sea porque te estás enfocando demasiado en ti mismo en lugar de enfocarte en los demás? Pídele a Jesús que te muestre cómo puedes servirlo a Él al ayudar a otros. El Señor dice que cuando haces algo para ayudar a otra persona, lo haces también para Él. Derrota tu aburrimiento al encontrar la forma de servir a Jesús al ayudar a otros.
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