La cura
—¿En qué están trabajando las dos? —preguntó mamá mientras ponía las bolsas del supermercado en el mesón de la cocina.
—Nuestra maestra de escuela dominical nos mandó una tarea —respondió Maura.
Abi, la mejor amiga de Maura, levantó su mirada del proyecto.
—Pero es una tarea divertida —agregó.
La madre dio un vistazo a la mesa de la cocina, que estaba cubierta de pegamento, papel de seda, cartulinas blancas y plumas de gel en una variedad de colores.
—¿Cuál es la tarea?
Maura dejó a un lado la figura en forma de huevo que había recortado en una cartulina.
—Se supone que debemos hacer invitaciones para el culto del Domingo de Resurrección. La señora Millo quiere que las entreguemos a nuestros vecinos y amigos que no van a ninguna iglesia.
Abi también recortó una cartulina en forma de huevo.
—Decidimos que nuestras invitaciones se vean como huevitos de pascua. Vamos a decorar lo de adelante y por detrás escribiremos el lugar y la hora.
Mamá observó cómo Maura pegaba tiras rosadas y moradas de papel seda en su huevo y después agregaba lentejuelas en el centro de cada tira. Abi rompió pedacitos de papel y cubrió su huevo de cartulina con un mosaico que colores que se superponían unos con otros.
—Qué gran idea —opinó mamá—. Estas bellas invitaciones pueden dirigir a las personas hacia la cura.
Maura dejó a un lado el pegamento.
—¿Cuál cura?
—¿Nuestros vecinos tienen alguna enfermedad? ¿Tienen COVID? —preguntó Abi.
La madre sonrió.
—Todos nacimos con una enfermedad. Se llama pecado y es mortal. Sin la cura, esta enfermedad termina en muerte, por eso Jesús vino a salvarnos. ¡Él es la cura!
—¿Jesús es como la medicina rosada que tomé para mi dolor de oídos? —preguntó Maura.
—Más o menos —contestó mamá—. Pero es mucho mejor.
Abi se veía confundida.
—¿Cómo tomamos a Jesús?
—¿Recuerdas cuando tú y Maura confiaron en Jesús como su Salvador en el campamento de la iglesia, el verano pasado? —las niñas asintieron—. Cuando confiaron en Jesús, Él quitó su pecado —les explicó la madre—. Él las perdonó por las cosas malas que han hecho y les dio vida eterna. Ahora no deben tener miedo de la muerte, porque a pesar de que nuestros cuerpos mueran, Jesús promete que las resucitará de la muerte algún día, tal como Él resucitó el Domingo de Resurrección.
Maura agarró sus tijeras.
—¡Entonces tenemos que hacer muchas invitaciones para que todos sepan sobre esta cura!
BONNIE CARR
JESÚS ES LA CURA PARA EL PECADO
VERSÍCULO CLAVE: MATEO 1:21
Y DARÁ A LUZ UN HIJO, Y LE PONDRÁS POR NOMBRE JESÚS, PORQUE ÉL SALVARÁ A SU PUEBLO DE SUS PECADOS.
¿Sabías que todos nacemos con una enfermedad llamada pecado? Es probable que hayas oído mucho sobre las enfermedades en estos últimos años, pero el pecado es la más grave de todas. Es mortal y solo hay una cura: Jesús. Quienes confían en Él son limpiados de su pecado y reciben vida eterna. Confía en Jesús para que te salve del pecado. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti). También cuenta a otras personas sobre Jesús, para que también puedan curarse.
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