Volar alto

Santiago observó cómo la cometa roja se remontaba muy alto en el cielo brillante. Su hermano mayor, Miguel, sonrió.

—¿No te gustaría que pudiéramos elevarnos y volar así? —preguntó Miguel.

—¡Sí! —Santiago le devolvió la sonrisa—. Pero si yo fuera esa cometa, no quisiera que ese hilo me ate a la tierra. Quisiera volar lejos, por encima de las nubes.

Miguel rio.

—Pero si te soltaras, podrías caer en el piso en lugar de salir volando. Sin el hilo, esa cometa simplemente se caería.

Santiago se volvió a su padre.

—¿En serio se caería, papi?

—Sí —afirmó papá—. Si el hilo se rompiera o si lo soltaras, la cometa caería enseguida.

—Oh —las pequeñas manos de Santiago sostuvieron el hilo con más fuerza para asegurarse de que su cometa no se le escapara.

—¿Sabes? —expresó su padre—. De cierta manera, nos parecemos a esa cometa. Aunque la cometa se mueve de un lado al otro con el viento, el hilo evita que se caiga. Sostiene a la cometa firme en el viento, para que pueda volar muy alto. Jesús hace lo mismo por nosotros. Nos sostiene y nos mantiene firmes cuando suceden cosas en nuestras vidas que nos soplan con fuerza.

—Te refieres a las cosas malas, ¿verdad? —preguntó Miguel—. Por ejemplo, cuando me torcí el tobillo el mes anterior.

Papá asintió.

—O cuando perdí mi empleo el año pasado.

—O cuando tuve que perderme el último día del preescolar porque me enfermé —agregó Santiago.

Su padre sonrió y despeinó cariñosamente el cabello de su hijo.

—Sí, cosas como esas. A pesar de que suceden cosas difíciles en nuestras vidas, podemos afrontarlas porque sabemos que Jesús nos sostiene.

—¿Qué pasa si Jesús nos suelta? —preguntó Santiago con los ojos bien abiertos.

—Él nunca nos soltará, hijo. Si confías en Jesús como tu Salvador, Él jamás te soltará —le aseguró papá—. Jesús murió por nuestros pecaos y resucitó para que podamos ser hijos de Dios, y la Biblia dice que nada podrá separarnos de Su amor. Cuando sucedan cosas difíciles en nuestras vidas, no debemos tener miedo de caer. Jesús nos sostiene con firmeza y nos guía por las dificultades de la vida, para que podamos volar muy alto.

JUDITH K. BOOGAART

JESÚS NUNCA NOS SUELTA

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 8:39 (NTV)

NADA EN TODA LA CREACIÓN PODRÁ JAMÁS SEPARARNOS DEL AMOR DE DIOS, QUE ESTÁ REVELADO EN CRISTO JESÚS NUESTRO SEÑOR.

¿Estás enfrentando una situación difícil en tu vida? Tal vez estés luchando con las clases en la escuela o un miembro de tu familia esté enfermo, y sientes que el fuerte viento te zarandea de un lado al otro. Sin importar cuánto sople el viento, tienes que saber que Jesús te sostiene. Si Lo conoces como tu Salvador, eres Su hijo o Su hija, y el amor que el Señor tiene para ti nunca se romperá. ¡Él nunca te soltará!

Clave de Hoy
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