Instinto natural

—Mira a Salem —Nando apuntó a una de las mascotas de la familia, un gato de pelo largo—. Le gusta el sol.

Un ronroneo de contentamiento salió del animal de color gris que estaba estirado en el borde de la ventana. Unos minutos más tarde, la hermanita menor de Nando, Jada, entró en la habitación.

—Hola, Cantor —saludó—. ¿Quieres salir?

La niña corrió a la jaula del ave y abrió la puerta hecha con barras de alambre. Cantor, el periquito, se deslizó con gracia al suelo.

—¡No, Jada! —exclamó Nando—. ¡Salem está aquí!

El niño se lanzó para atrapar al gato, pero fue demasiado tarde. Una silenciosa sombra gris saltó desde el borde de la ventada y unos segundos después, Salem tenía el periquito en su boca. Pero mamá fue muy rápida, agarró al gato, lo sostuvo cabeza abajo y le abrió la boca.  Con cuidado retiró al pajarito.

—¿Está herido Cantor, mami? —lloriqueó Jada.

—Creo que solo está muy asustado —contestó su madre mientras acariciaba con delicadeza al tembloroso periquito, al tiempo que Nando sacaba al gato de la habitación.

—¡Salem es malo! —declaró Jada—. ¿Por qué no puede ser amigo de Cantor?

—Sí, debería aprender a no hacerle daño —afirmó Nando.

—Tal vez sí, pero cazar está en la naturaleza del gato —aseguró mamá—. No importa cuán amaestrado esté, cuando vea un pájaro, su instinto natural lo controla.

—Bueno, estoy enojada con él —expresó Jada, cruzando los brazos.

—No te culpo —dijo su madre—. Pero, en realidad, Salem se parece mucho a nosotros.

—¿Se parece a nosotros?

Mamá asintió.

—Los cristianos tenemos una vieja naturaleza, y también le encanta tomar el control. Cuando confiamos en Jesús como nuestro Salvador, Su Espíritu Santo viene a vivir en nuestro interior, pero a veces somos descuidados y dejamos que nuestra vieja naturaleza nos controle otra vez.

—¿Por ejemplo, cuando me pegaste? —le preguntó Jada a su hermano.

—Bueno, tú me insultaste —respondió Nando.

—Me temo que las viejas naturalezas están tratando de tomar el control otra vez —advirtió su madre—. Tenemos que estar alertas y recordar quiénes somos en Jesús. Ya que lo conocemos, hemos recibido una nueva naturaleza con el poder de elegir hacer lo correcto y amar a los demás. Si seguimos a nuestra vieja naturaleza, vamos a pecar. La Biblia dice que debemos quitarnos nuestra vieja naturaleza y vestirnos con la nueva. Jesús nos da el poder para hacerlo.

TRULA H. BENSINGER

NO CEDAS A TU VIEJA NATURALEZA

VERSÍCULO CLAVE: EFESIOS 4:24 (NTV)

PÓNGANSE LA NUEVA NATURALEZA, CREADA PARA SER A LA SEMEJANZA DE DIOS, QUIEN ES VERDADERAMENTE JUSTO Y SANTO.

¿Permites que el Espíritu Santo guíe tus acciones? ¿O muchas veces dejas que tu vieja naturaleza te controle y eliges el pecado? Si conoces a Jesús, tu vieja naturaleza ya no es parte de quién eres, ¡porque Él te ha hecho una nueva persona! Deja que la naturaleza que Jesús te ha dado se haga visible en tu vida, cuando eliges amar a otros y hacer lo correcto por el poder del Espíritu Santo.

Clave de Hoy
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