Ganga en el mercado de pulgas

Martina se paró en la entrada del mercado de pulgas y se quedó mirando el ruidoso ambiente. Vendedores y clientes hablaban en voz alta para ser escuchados y los puestos llenos de vajillas, juguetes, libros y muebles se extendían por todo el edificio.

—¡Guau! ¡Cuántas cosas hay aquí! —exclamó mientras corría para no separarse de su madre—. ¿Estás buscando algo especial?

—El cumpleaños de la tía Elena es la próxima semana, así que pensé que tal vez podríamos encontrar una bandeja para servir dulces para ella —contestó mamá—. A ella le gustan las cosas antiguas.

—Sí, dice que tienen carácter —señaló Martina—. El puesto de allá tiene vajillas.

Entonces fueron a mirar y encontraron pronto una bandeja que les gustó.

—Estoy lista para ir a casa —dijo la madre después de pagar por la bandeja—. ¿Y tú?

—¿Puedo ir primero a ver esos libros? —preguntó Martina apuntando otro puesto.

—Bueno —accedió mamá—, pero no te muevas de este pasillo. Yo voy a ver otras cosas por allá.

Entre los libros viejos, Martina encontró una vieja y andrajosa Biblia familiar. «Si es antigua, debe valer mucho dinero», pensó. Revisó para ver cuánto costaba y vio que costaba solamente quince centavos. La niña la compró enseguida y fue a mostrarle la Biblia a su madre.

—Mira, mamá, ¿crees que esa Biblia es lo suficientemente antigua como para valer mucho dinero?

—¿Revisaste la fecha en que fue impresa? —preguntó su madre.

—No se me ocurrió.

La niña buscó la fecha de publicación y se sintió decepcionada al enterarse de que la Biblia no era tan antigua, después de todo. Esa noche, Martina le mostró a su papá la Biblia que había comprado.

—Creí que había conseguido un tesoro invaluable, pero me olvidé de revisar la fecha para ver si era realmente antigua —la niña suspiró dramáticamente—. Pero no es. Lo bueno es que solo costó quince centavos.

—Oh, pero sí es invaluable —le aseguró su madre—. Es la Palabra de Dios, que vale mucho más de lo que podamos medir.

Papá asintió.

—La Biblia nos dice cómo podemos tener vida eterna a través de Jesús y nos ofrece dirección y ánimo mientras seguimos en una vida con Él. Mamá tiene razón. Aunque no puedas vender esa Biblia por mucho dinero, hoy compraste un tesoro invaluable en el mercado de pulgas.

HARRIETT A. DURRELL

LA BIBLIA ES UN VERDADERO TESORO

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 119:162 (NTV)

ME ALEGRO EN TU PALABRA COMO ALGUIEN QUE DESCUBRE UN GRAN TESORO.

¿Tienes un tesoro invaluable, o sea, una Biblia? No importa cuánto hayas pagado por tu Biblia, es muy valiosa. Tal vez el papel no sea el más vino ni la portada sea del cuero más suave. Pero la Palabra de Dios, lo que está escrito adentro, es invaluable. Está llena del tesoro de Dios, es decir, la verdad y las promesas de Jesús. Léela para que puedas descubrir el valioso tesoro que el Señor quiere compartir contigo.

Clave de Hoy
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