En el lugar perfecto
Natán rasgó emocionado el sobre. Sacó la carta y buscó rápidamente el final. “Sí, termina igual”, pensó, “¡y no encuentro a nadie que me diga lo que eso significa!”
El niño había pasado algunas semanas de sus vacaciones en las montañas, con sus abuelos, seguidas de un par de semanas de campamento. Aunque estaba lejos de casa, había recibido varias cartas de su familia y cada una de ellas terminaba con: “Tenemos una gran sorpresa para ti cuando regreses”. Natán se preguntaba cuál sería la sorpresa. “Debe ser un perrito”, pensó. Había querido un perrito por mucho tiempo.
Pero cuando Natán llegó a su casa, después del campamento, ningún cachorrito lo saludó en la puerta. En vez de eso, sus hermanos menores vinieron corriendo. Saltando de arriba abajo, emocionados, halaron al niño hacia las gradas que bajaban al sótano. “¡Apúrate, Natán!”, chillaron. “¡Ven a ver tu sorpresa!” Sus padres solo sonreían.
El niño no tenía idea. ¿Qué sorpresa podría esperarle en el sótano? Cuando bajó las gradas, notó una pared y una puerta que antes no estaban ahí. Su hermano Oscar abrió la puerta. “¡Tarán!”, exclamó.
Natán entró en la habitación. “¡Guau! ¡Mi propia habitación!” Casi no podía creer que ya no tendría que compartir el espacio con sus dos hermanitos menores. “Me consiguieron hasta un escritorio… ¡y estantes para libros!” Las paredes de la habitación estaban pintadas de color azul, su favorito, y una alfombra blanca cubría el piso.
“Bueno, ¿qué te parece?”, preguntó su madre. “¿Te gusta?”
“¡Es la mejor sorpresa del mundo! ¡Gracias!” Natán sonrió. “¡Es como el cielo!”
Papá rio. “Nos alegra que te guste, pero no el cielo debe ser mucho mejor”.
“No, pero me recuerda a algo que nos enseñaron en el campamento: que Jesús está en el cielo ahora mismo, preparando un lugar para nosotros. Ustedes me hicieron un lugar perfecto aquí en casa, ¡y Jesús nos está preparando un lugar perfecto, donde viviremos con Él para siempre!”
“Así es”, afirmó el padre. “Él está preparando un lugar perfecto para todos Sus hijos, para todos los que confían en Él como Salvador. Y será mejor de lo que podríamos imaginar”. LINDA M. WEDDLE
JESÚS ESTÁ PREPARANDO UN LUGAR PARA LOS CREYENTES
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 14:2
EN LA CASA DE MI PADRE HAY MUCHAS MORADAS… VOY A PREPARAR UN LUGAR PARA USTEDES.
¿Sabías que Jesús está preparando un lugar donde todos Sus hijos vivirán con Él para siempre? Será un lugar donde no habrá pecado, enfermedad ni muerte, así que no habrá cárceles, hospitales ni cementerios. Será mejor que cualquier cosa que pudieras imaginarte. Si confías en Jesús como tu Salvador, Él te está preparando un lugar perfecto para ti. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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