El tesoro correcto

Mauricio soñaba con el aeropatín para el que estaba ahorrando mientras barría las hojas del patio de su abuela. Su padre había acordado pagarle por su ayuda, ya que la abuela no podía barrer por su cuenta, y el niño pensaba en todas las maneras en las que podría ganar un dinero extra. Quizá algunos de sus vecinos querrían pagarlo para que barriera sus hojas.

En ese momento, Mauricio notó un hoyo grande en la base de un árbol grande.

—¡Mira, papá! —gritó mientras se agachaba para mirar qué habría adentro—. Nunca había notado esto antes. Este sería un buen lugar para ocultar cosas.

Su padre se acercó a mirar.

—Quizá haya una bolsa con joyas o un saco con dinero robado ahí adentro —bromeó. Él metió su rastrillo en el agujero y ambos escucharon un ruido como si raspara algo parecido a un objeto de metal.

—¡Hay algo escondido ahí! —exclamó Mauricio. El niño metió su mano en el agujero, tanteó su interior y finalmente sacó una caja pequeña—. ¡Guau! ¡Un verdadero cofre del tesoro! Me pregunto quién lo habrá puesto ahí —Mauricio abrió ansioso la caja y miró adentro. Sintió el golpe de la decepción cuando el tesoro terminó siendo un par de cordones de zapatos, una navaja oxidada y un libro sobre pesca, que estaba lleno de moho.

—Supongo que alguien escondió estas cosas y luego las olvidó —afirmó papá—. Míralos ahora. Espero que quien haya guardado estas cosas haya puesto la mayoría de sus tesoros en un mejor lugar.

—Sí. Debe ser un lugar donde no se arruinen, como en un armario o una de esas cajas de seguridad en el banco.

—Estaba pensando en un lugar mejor aún que esos —comentó papá—. Jesús dijo que deberíamos acumular nuestros tesoros en el cielo, donde nunca se arruinarán ni nadie los podrá robar —el padre negó con la cabeza—. Muchas veces ponemos tanto énfasis en las cosas materiales, como casas, ropa y automóviles…

«Y aeropatines», pensó Mauricio.

—Debemos recordar que esas cosas no duran para siempre —aseguró papá—. El único tesoro que dura se encuentra en Jesús, cuando somos salvos del pecado y tenemos una relación con Él por toda la eternidad.

Mauricio asintió al ver la navaja oxidada. «Todavía quiero el aeropatín», pensó. «Pero me alegra que ya tenga lo que realmente importa: un tesoro en el cielo». El niño volvió a meter la caja en el agujero junto al árbol y tomó su rastrillo.

ELLEN C. ORR

ACUMULA TESOROS EN EL CIELO

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 6:20 (NTV)

ALMACENA TUS TESOROS EN EL CIELO, DONDE LAS POLILLAS Y EL ÓXIDO NO PUEDEN DESTRUIR, Y LOS LADRONES NO ENTRAN A ROBAR. 

¿Hay algo que realmente desees? Quizá sea algo que tus amigos tienen o alguna cosa que viste en la televisión. Está bien disfrutar ese tipo de cosas, pero recuerda que los tesoros en la tierra no duran para siempre, cualquier cosa que tengas terminará desgastándose después de un tiempo. El único tesoro que dura para siempre es la vida eterna gratuita con Jesús. Cuando el enfoque de tu vida está en el Señor en lugar de las cosas materiales, estás acumulando un tesoro en el cielo, que durará para siempre.

Clave de Hoy
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