El subibaja
—¡Estoy volando! —exclamó Pancho, que estaba bien agarrado del mango del subibaja cuando este subía.
—Es mi turno —anunció su hermana, Carmen. Ella se impulsó con los pies para subir, mientras Pancho regresaba al nivel del suelo—. Te ves más feliz de lo que estabas en la mañana.
La sonrisa de Pancho se apagó un poquito.
—Me sentí muy decepcionado porque Tomás no quiso jugar hoy —el niño enterró sus tobillos en la tierra y descansó—. Ayer me prometió que vendría visitarme para que yo probara su nuevo videojuego, pero esta mañana decidió irse de pesca con su papá, Así que…
—Así que rompió su promesa —agregó Carmen moviendo sus piernas que colgaban en el aire. Pacho asintió; se veía muy desanimado—. Tomás siempre está cambiando de opinión.
—¡Oye! ¡No me dejes aquí arriba! —indicó Carmen.
Pancho dejó de hacer peso y los niños volvieron a su ritmo familiar.
—¿Sabes, hermano? Los amigos se apoyan mutuamente, como cuando estás en un subibaja. Si yo me voy, caerás y te golpearás. Eso es lo que Tomás hizo hoy. Te decepcionó al no cumplir con su palabra.
—Creí que se me había arruinado el día hasta que me dijiste que vendrías al parque conmigo —expresó Pancho—. No siempre puedo contar con Tomás, pero me alegra que pueda contar contigo.
—¿Sabes con quién más puedes contar? —preguntó Carmen.
—¿Mamá y papá?
—Sí, pero estaba pensando en Jesús. Él no cambia de opinión ni rompe Sus promesas, aunque nosotros sí rompemos a veces nuestra promesa de seguir Sus mandamientos. Él es digno de confianza aunque nosotros no lo seamos. Además, el Señor promete perdonarnos cuando cometemos errores.
—Entonces, ¿tengo que perdonar a Tomás?
Carmen asintió.
—Si quieres jugar con él, a lo mejor sea una buena idea tener un plan de respaldo en caso de que cambie de opinión otra vez —Carmen sonrió.
—Quiero bajarme un rato.
La niña detuvo el subibaja en la mitad para que ambos lados estén equilibrados cuando Pancho se bajara de su asiento. Él se acercó a su hermana y le dio un fuerte abrazo.
—Gracias por ser mi plan de respaldo hoy.
ELENA DEE
PUEDES CONTAR CON JESÚS
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 13:8
JESUCRISTO ES EL MISMO AYER Y HOY Y POR LOS SIGLOS.
¿Alguna vez te ha pasado que un amigo o miembro de su familia cambió de opinión o no te cumplió una promesa? Es natural que te sientas decepcionado cuando alguien te defrauda. Cuando te sientes dolido, acércate a Jesús. Sus promesas y Su amor por ti nunca cambian. Siempre puedes contar con Él.
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