El milagro más grande

—¿Era la tía Julieta? —preguntó Leandro cuando su madre cerró el teléfono.

—Sí, era ella —contestó mamá con una gran sonrisa—.  Dice que la infección en el ojo de María se aclaró por completo.  ¡Qué gran bendición!

—¡Sí! —exclamó Leandro mientras pensaba en lo que había sucedido los últimos meses—.  Ella ha tomado una medicina tras otra; ¡los médicos incluso creían que necesitaba una cirugía para el ojo!  Me alegra que hayamos seguido orando por ella.

—¿Qué pasó? —preguntó la hermana de Leandro, Tania, cuando entró en la habitación.  El niño le contó lo que había dicho la tía Julieta.

—¡Qué bien! —expresó Tania—.  Parece que Dios hizo un milagro por ella, ¿no creen?  ¡Debe estar tan feliz por eso! —la niña se sentó en la mesa—.  ¿No creen que sería genial que Dios hiciera un milagro en nuestras vidas?

Leandro sonrió a su hermana mayor.

—¿Qué milagro quisieras?  No sería superar una enfermedad porque eres una persona saludable —el niño se rascó la cabeza y fingió que pensaba en la respuesta—.  ¡Ya se!  Tal vez quieras convertirte en la hermana amable, ayudadora, amorosa que tu maravilloso hermano merece tener.

-¡Ja! —Tania le dio una palmada juguetona—.  Ya soy una hermana mucho más espectacular de lo que merece mi hermanito bebé.

—De hecho, Dios ya ha realizado un milagro maravilloso en cada una de sus vidas —aseguró su madre.

—¿En serio?  ¿Cuándo? —preguntó Tania.

—Sí, mamá.  ¿De qué milagro estás hablando? —preguntó Leandro—.  Sé que Dios nos ha dado muchas bendiciones, pero no son milagros, ¿o sí?  Al menos no como los que estamos pensando.

—No —afirmó mamá—.  Pero tampoco estaba pensando en las bendiciones diarias, aunque a veces las formas en que Dios nos provee pueden ser milagrosas.  Estaba pensando en el milagro de la salvación.  Cuando Jesús nos salva, Él cambia nuestros corazones y nuestras vidas.  Él se lleva nuestro pecado y nos da una nueva vida, mientras el Espíritu Santo trabaja en nuestras vidas para hacernos más como Jesús.

—¿Más como Jesús? —Leandro sonrió—.  Entonces, Él sí hizo un milagro en la vida de Tania para hacerla más amable, ayudadora y amorosa.

La niña rio.

—Sí, y lo mismo hizo contigo cuando confiaste en Jesús.  ¡La salvación es el milagro más grande de todos! —  DEANA ROGERS

LA SALVACIÓN ES UN MILAGRO

VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 5:17 (NTV)

TODO EL QUE PERTENECE A CRISTO SE HA CONVERTIDO EN UNA PERSONA NUEVA. LA VIDA ANTIGUA HA PASADO; ¡UNA NUEVA VIDA HA COMENZADO!

¿Ha hecho Jesús un milagro en tu vida?  Muchas personas desean ver milagros para comprobar que el poder de Dios es real, pero no alcanzan a reconocer el milagro más grande de todos: una vida cambiada.  Dios sigue realizando cosas maravillosas y milagrosas, como sanar enfermedades o protegernos en situaciones peligrosas, pero el milagro más maravilloso de todos es la salvación a través de Jesús.  ¡Puedes experimentar ese milagro hoy mismo!  (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).

Clave de Hoy
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