El mensaje cruel

Carmen levantó la mirada de su tarea cuando alguien golpeó la puerta de su habitación.  “Pase”.

“Dejaste esto en la cocina”, dijo su mamá, sosteniendo un teléfono celular.  “Oí que vibraba y vi que apareció un mensaje.  Era de Milena y decía que la foto de Susana que le enviaste estuvo tan graciosa y que tenías razón, que su ropa estaba muy fea”.  La madre frunció el ceño.  “¿Es la misma Susana por la que me pediste que ore la semana pasada?”

Carmen se sonrojó y tomó su teléfono.  “Ayer me enojé mucho con Susana.  Ella se burló de mí frente a todos.  Dijo: ‘¡Miren la camiseta nueva de Carmen!  Tengo una bata de baño del mismo material’.  ¡Quería darle un golpe en la nariz!”

“Pero no lo hiciste, ¿verdad?”, preguntó mamá.  “Quiero decir, ¿no le diste un golpe en la nariz?”

“No, por supuesto que no”, contestó Carmen.  “Tenía muchas ganas, pero no hice nada para vengarme de ella”.

Su madre levantó las cejas.  “¿Excepto enviarle una fotografía suya a Milena, que supongo que no era de su mejor lado, y burlarte de su ropa?  Me parece que eso fue más que suficiente.  ¿Susana sabe que le enviaste eso a Milena?”

“Creo que no”, aseguró Carmen.  “No creo que nadie la compartió”.

“¿Nadie?  ¿A cuántas personas enviaste esa fotografía?”

“Este…”  Carmen se mordió el labio.  “A cinco”.

Mamá suspiró.  “Carmen, cuando envías ese tipo de cosas desde tu teléfono, cualquier puede mostrarlo a otras personas.  Existe la posibilidad de que Susana haya visto a alguien reírse de su fotografía, o incluso de que alguien se la haya enviado con algún comentario cruel.  Desquitarse de ese modo no es una buena manera de demostrar que eres cristiana, ¿o sí?”

Carmen negó con la cabeza.  “Supongo que tendré que hablar con Susana sobre la fotografía y pedirle perdón, ¿verdad?”

“Sí”, indicó su madre.  “Y también deberías hablar de esto con Jesús.  Te enojaste y lo manejaste muy mal.  Pero Él te perdonará y te ayudará a actuar con amor en lugar de con enojo”.

Carmen asintió.  “¿Mamá?  ¿Puedes seguir orando por Susana?  ¿Y por mí, para que pueda mostrarle cómo es Jesús?”

La madre sonrió.  “Por supuesto”.  RAELENE E. PHILLIPS

NO TE DESQUITES

VERSÍCULO CLAVE: ROMANOS 12:21

NO SEAS VENCIDO POR EL MAL, SINO VENCE EL MAL CON EL BIEN.

Cuando alguien se porta mal contigo, ¿cómo respondes?  ¿Te apresuras a desquitarte?  Esa no es la manera de ganar a nadie para Jesús.  En lugar de eso, demuestra a los demás Su amor.  Dios dice que Él es el único que tiene el derecho de vengar los males de otras personas.  Nuestra tarea es mostrar a otros la misericordia y la bondad que Él nos ha mostrado.

Clave de Hoy
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