El centavo de la suerte

Mientras Desiderio y Joaquín caminaban a casa desde la escuela, Desiderio vio un centavo en la vereda.  “¡Mío!”, declaró antes de recogerlo.  “No se puede comprar mucho con un centavo, pero al menos hoy no tendré mala suerte”.

Joaquín frunció el ceño.  “¿Qué tiene que ver un centavo con la suerte?”, preguntó.

“¿No has oído lo que se dice de estas monedas?”, preguntó Desiderio.  “Si encuentras un centavo y lo recoges, todo el día tendrás buena suerte”.  El niño sonrió a su amito.  “¿No te sientes mal por no haberlo visto primero?”

“En realidad, no”, contestó Joaquín.  “No creo en la suerte”.

“¿Cómo?”  Desiderio miró fijamente a su amigo.  “¿Cómo es posible que no creas en la suerte?”

Joaquín se encogió de hombros.  “Yo creo que Dios controla lo que sucede en nuestras vidas”.

“¿Dios?”  Desiderio negó con la cabeza.  “Tal vez Él controla las cosas grandes, como las guerras, los terremotos y las inundaciones, cosas así.  Pero estoy seguro de que Él no se molesta con todos los detalles de las vidas de miles de millones de personas… especialmente de niños como nosotros”.

“Claro que sí.  Él está atento a todo”, insistió Joaquín.  “Incluso se ocupa de los pajaritos”.

“¿En serio?”, preguntó Desiderio.  “¿Dónde oíste eso?”

“En la Biblia.  Ahí dice que Dios sabe cuando un gorrión cae en la tierra y sabe exactamente cuántos cabellos tiene cada persona en su cabeza”.  Joaquín miró a su amigo.  “Las personas son mucho más importantes para Dios que los gorriones.  Él envió a Jesús, Su Hijo, a morir por nuestros pecados, y nos ha prometido que hará lo mejor para nosotros, incluso cuando sucedan cosas malas.  Por eso no creo en la suerte, porque confío en que Jesús cuida de mí.  Él se ocupa de cada detalle de nuestras vidas”.

“¿Dónde aprendiste todo eso de la Biblia?”, preguntó Desiderio.

“De mis padres”, respondió Jacobo.  “Y en la iglesia.  ¿Alguna vez has ido a la iglesia?”  Desiderio negó con la cabeza.  “Bueno, puedes venir conmigo algún día, si deseas.  Ahí cantamos, oímos historias de la Biblia y aprendemos más acerca de Dios”.

“Bueno, está bien”, afirmó Desiderio cuando llegaron a su casa.  “Creo que mi mamá sí me dará permiso”.  El niño miró su centavo.  “Si lo que dices es correcto, supongo que no necesitaré esta moneda”.  Él sonrió.  “Pero mi abuelo siempre dice que los centavos ahorrados se convierten en dólares, así que me lo quedaré de todos modos”.  —  CAROLYN E. YOST

DIOS SE OCUPA DE TI

VERSÍCULO CLAVE: MATEO 10:31

ASÍ QUE NO TEMAN; USTEDES VALEN MÁS QUE MUCHOS PAJARILLOS.

¿Crees que la suerte controla tu vida?  ¿O confías en que Dios cuidará de ti?  Dios creó la tierra y todo lo que hay en ella, incluyéndote a ti.  Él ve y controla todas las cosas, grandes y pequeñas.  Él se ocupa de las criaturas pequeñas, como los gorriones, y con mayor razón se ocupa de ti.  Jesús murió y resucitó para salvarte y Él promete que siempre cuidará de ti.  Dale gracias por Su amor y cuidado, y confía en Él para cada detalle de tu vida.

Clave de Hoy
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