Disculpas

—¡No fue mi intención hacerlo! —le dijo César a su hermana cuando la torre de barajas cayó después que él corriera demasiado rápido y se tropezara con el filo de la mesa.

Sofía lo miró fijamente.

—Mamá te diría que te disculpes.

—Pero mamá no está aquí —César salió corriendo y se puso los zapatos, tratando de ignorar la culpa que sentía por su forma de actuar.

Su mejor amigo, Gustavo, vivía en la casa de al lado, y César esperaba con ansias pasar el día con él. El papá de su amigo iba a salir temprano del trabajo para llevar a los niños al acuario.

—Mi papá acaba de llamar —comentó Gustavo con el ceño fruncido cuando César entró en su casa—. Es probable que no llegue a tiempo.

—¿Qué? —César sintió que su corazón se fue al piso—. Pero estaba tan emocionado por ir.

—Lo sé —Gustavo suspiró—. Pero podemos hacer algo juntos, si quieres.

No era tan divertido como ir al acuario, pero César siguió a su amigo al patio para lanzar unas canastas. Habían estado jugando por largo rato cuando el automóvil del padre de Gustavo entró en el garaje. El señor Jiménez salió y caminó adonde estaban los niños.

—Lo siento, chicos —expresó—. Realmente quería volver a tiempo para llevarlos al acuario, pero tuvimos un problema.

Gustavo suspiró.

—Está bien, papá.

El señor Jiménez se dirigió a César.

—Lo siento. ¿Aceptas mi disculpa?

—Claro que sí. Le perdono —el niño se quedó pensativo—. No sabía que los adultos se disculpaban.

El señor Jiménez sonrió.

—Creo que no nos disculpamos tan a menudo como deberíamos, pero sé que me siento mucho mejor cuando lo hago. Jesús me perdona cada vez que me equivoco, y siempre espero que la persona que he ofendido me perdone también. Pedir disculpas demuestra que nos importa nuestra relación con esa persona y que lamentamos haberla herido.

César pensó en Sofía y su torre de barajas. Se había sentido mal por eso desde que salió corriendo de la casa.

—Creo que tengo que regresar a mi casa ahora —les indicó a Gustavo y a su papá.

Sofía estaba en la sala y César se sentó a su lado.

—Perdóname por derribar tu torre.

—Está bien —contestó Sofía.

—Puedo ayudarte a construir una nueva, si quieres —ofreció César.

Los ojos de su hermana brillaron.

—¿En serio?

—Claro que sí —afirmó César—. Si trabajamos juntos, podremos hacerla mucho más alta.

BETHANY ACKER

LAS DISCULPAS SON IMPORTANTES

VERSÍCULO CLAVE: 1 JUAN 1:9

SI CONFESAMOS NUESTROS PECADOS, ÉL ES FIEL Y JUSTO PARA PERDONARNOS LOS PECADOS Y PARA LIMPIARNOS DE TODA MALDAD. 

¿Te disculpas cuando sabes que has ofendido a alguien? ¿No te parece asombroso saber que Jesús te perdonará cada vez que te acerques a Él y confieses lo que has hecho mal? Él murió por nuestros pecados, para que podamos tener una relación con Él. A Jesús le importan las relaciones que tenemos con otros. Cuando hagas algo que hiera a otra persona, discúlpate y pídele que te perdone también.

Clave de Hoy
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