Deja tu marca

—A ver, lo último que nos falta es una cabeza de repollo para la cena —indicó la madre de Andrés.

El niño caminó hacia la sección de verduras.

—Oye, mamá, aquí tienen repollo morado. ¿Podemos probarlo?

Su madre asintió, así que Andrés tomó una cabeza de repollo morado y la agregó al carrito de compras. Mientras esperaban en la fila para pagar, Andrés sonrió a un bebé que estaba sentado en el carrito frente a ellos, dando pataditas con los pies. La mamá del bebé estaba ocupada poniendo las compras en la cinta transportadora de la caja y no se dio cuenta cuando el pequeñín se sacó el zapato. Andrés recogió el zapatito caído.

—Disculpe, su bebé acaba de tirar esto —le dijo, entregándole el zapato a la madre.

—¡Oh, muchas gracias! —respondió la mamá—. ¡Es su único par bueno de zapatos!

Esa noche, en casa, Andrés observaba cómo su madre ponía el repollo morado en un tazón con una cuchara.

—¡Mamá, mira! Ese repollo hizo que el agua en que lo herviste se hiciera morada.

—Tienes razón… incluso el fondo del tazón se está poniendo morado —comentó su madre mientras ponía el tazón en la mesa.

—Qué genial —opinó Andrés al sentarse—. El repollo morado realmente deja su marca. Comparte su color con todo lo que tiene contacto con él.

Mamá asintió.

—Hablando de eso, estoy muy orgulloso de la marca que dejaste en el supermercado hoy, cuando levantaste ese zapatito del bebé y se lo entregaste a su madre.

Andrés se veía confundido.

—¿Cómo pude dejar una marca? ¡Casi no hice nada!

—Como cristianos, somos llamados a dejar nuestra marca en los demás —explicó mamá—. Del mismo modo que al repollo morado se lo conoce por su color profundo, a los cristianos deberían conocernos por nuestro amor. Nuestra tarea es demostrar el amor de Jesús a todos los que estén en contacto con nosotros… incluso en los detalles más pequeños. Hoy hiciste precisamente eso al ayudar a alguien, aunque no pareciera mucho —ella sonrió a su hijo—. Es tu turno de orar por los alimentos.

Andrés inclinó su cabeza.

—Amado Jesús, gracias por estos alimentos y por el repollo morado que podemos probar esta noche. Por favor, ayúdanos a dejar Tu marca de amor en quienes nos rodean. Amén.

MELISSA YEAGLE

DEMUESTRA EL AMOR DE DIOS A LOS DEMÁS

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 13:35

EN ESTO CONOCERÁN TODOS QUE SON MIS DISCÍPULOS, SI SE TIENEN AMOR LOS UNOS A LOS OTROS.

¿Qué clase de marca dejas en los demás? ¿Tus acciones hacia otros reflejan el amor de Dios? Aun la bondad más pequeña puede dejar una marca y demostrar a alguien el amor de Jesús. Él nos demostró Su amor al morir por nuestros pecados, y como Sus hijos, somos llamados a mostrar a mor a los demás. Puedes hacerlo al ayudar y cuidar a quienes te rodean, aun en los detalles más pequeños. ¿Cómo puedes dejar hoy una marca de amor?

Clave de Hoy
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