Cuando ondea la bandera

Gael se sentó para escuchar cuando su maestro de escuela dominical comenzó a hablar:

—Esta semana leí un artículo sobre las tradiciones en Inglaterra —indicó el señor Jiménez—. Mencionaba varios castillos que están disponibles para que viva el rey ahí. A veces se hospeda en uno y otras veces, en otro. Cada vez que está en uno de sus hogares, su bandera ondea sobre ese techo. Así sus súbditos saben que el rey está adentro —el maestro hizo una pausa para mirar a su clase—. ¿Saben? Para nosotros, que somos cristianos, el Rey de reyes vive en nuestro interior. ¿Qué cosas podríamos usar como bandera, cosas que demostrarían al mundo que tenemos a Jesús en nuestras vidas?

Josué levantó su mano.

—Podríamos contar a la gente que vamos a la iglesia —sugirió cuando su maestro le dio la palabra.

—¡Muy bien! —el señor Jiménez sonrió—. Claro que, solo por el hecho de ir a la iglesia, una persona sea cristiana. Pero para quienes son cristianos, es un testimonio, es como ondear la bandera de Cristo para que los demás puedan verla. Cuéntenles a sus amigos que van a la iglesia porque quieren aprender más sobre Jesús. ¿Quién más desea sugerir algo que podríamos usar como bandera?

—Deberíamos obedecer a nuestros padres —opinó Gael.

El señor Jiménez asintió.

—¿Y por qué deberíamos obedecerlos?

—Porque Dios nos manda a hacerlo —contestó Gael.

—En otras palabras —explicó el señor Jiménez—, deberíamos obedecer a Dios, ¿verdad? Deberíamos hacer lo que Él nos manda, ¿y cómo sabemos qué dice el Señor?

—Eso está en la Biblia —declaró Emilio—. Ahí están los Diez Mandamientos.

—Sí, y son muy importantes —afirmó el maestro, sosteniendo en alto su Biblia—. Pero la Biblia contiene muchos otros mandamientos también. De hecho, nuestra lección de hoy habla sobre un nuevo mandamiento que Jesús dio a Sus discípulos, y eso nos incluye a nosotros. Tal vez sea la mejor bandera que podríamos mostrar a los demás. Es lo que Jesús dice que demostrará que le pertenecemos a Él. El Señor nos manda a amar a otros como Él nos ama. Jesús nos ama tanto que murió en la cruz para que podamos ser salvos y tener Su amor en nuestros corazones. Cuando amamos a las personas, eso demuestra que Jesús es nuestro Rey y que Su Espíritu vive en nosotros.

MARY ROSE PEARSON

ÁMENSE UNOS A OTROS

VERSÍCULO CLAVE: JUAN 13:34

UN MANDAMIENTO NUEVO LES DOY: “QUE SE AMEN LOS UNOS A LOS OTROS”; QUE COMO YO LOS HE AMADO, ASÍ TAMBIÉN SE AMEN LOS UNOS A LOS OTROS.

¿Estás ondeando una bandera que demuestra a los demás que eres cristiano? Jesús nos dice que la bandera más importante de todas es el amor. Él nos manda a amar a otros como Él nos ama. ¡Ese es un amor muy grande! Si conoces a Jesús, Él te ha dado la capacidad de amar a otros como Él lo hace. Cuando tratas a las personas con amor, estás ondeando la bandera de Jesús y demostrando a los demás que Él vive en tu corazón.