Cuán dulce
“Es tan hermosa”, susurró Juli. La niña estiró su brazo y acarició el suave pelaje de la cordera recién nacida. La oveja mamá permanecía acostada en una cama de paja junto a su cría, y la observaba con orgullo.
“Sí, es linda”. Papá se sentó mientras limpiaba sus manos con una toalla.
“Mi parte favorita de la primavera es cómo nacen los nuevos animalitos bebés en la granja”. Juli rio cuando la ovejita bebé empezó a llamar a su madre.
“La nueva vida es algo bello”, afirmó su padre. “No solo con los animales”.
“¿A qué te refieres?”, preguntó la niña.
“Bueno, las personas pueden tener una nueva vida en Cristo. Debido a Su sacrificio y resurrección, tenemos la oportunidad de tener vida eterna con Él”.
Juli levantó la cabeza. “Solo tenemos que poner nuestra fe en Él, ¿verdad?”
“Así es”, aseguró papá. “Lo único que debemos hacer es confiar en Él. Somos como los corderitos. Indefensos corderitos”. El padre apuntó al animalito que estaba a sus pies. “No podemos hacer nada por nosotros mismos. Necesitamos que Jesús nos cuide”.
La oveja mamá dio un empujoncito a su bebé, para hacerle saber que estaba ahí. La corderilla dejó de balar y acurrucó la cabeza en las lanas rizadas de su madre.
“Al igual que esta bebé depende de su madre para tener alimento, calor y consuelo, podemos confiar en que Jesús nos proveerá estas cosas”, expresó papá. “Él nos provee todo lo que necesitamos”.
Juli rio. “La ovejita no se mira preocupada para anda”.
“Exactamente. Nosotros tampoco debemos preocuparnos”. Su padre le sonrió. “¿Recuerdas ese himno que a veces cantamos en la iglesia, llamado Cuán dulce es confiar en Cristo?”
“¡Sí!”, exclamó Juli. “Es el que dice: ‘¡Cuán dulce es confiar en Cristo y entregarse todo a Él!’”
Papá asintió. “‘¡Esperar en sus promesas, y en sus sendas serle fiel!” Él completó la letra y después suspiró. “¿No crees que es lindo saber que, pase lo que pase, no tenemos que preocuparnos porque Jesús promete que cuidará de nosotros?”
Juli acarició una vez más a la ovejita. “Así como la mamá de Fe cuida de ella”.
“¿Fe?”
Juli hizo un gesto afirmativo. “Es el nombre de la ovejita. La llamaré Fe”.
Papá despeinó cariñosamente a su hija. “Me parece un nombre maravilloso”. — JOSEPHINE LOHR
CONFÍA EN JESÚS, PASE LO QUE PASE
VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 3:5
CONFÍA EN EL SEÑOR CON TODO TU CORAZÓN, Y NO TE APOYES EN TU PROPIO ENTENDIMIENTO.
¿Tienes fe en Jesús? ¿Confías en Él, pase lo que pase? Confiar en Jesús no siempre es fácil en este mundo de pecado. Solo recuerda que Jesús entregó Su vida para salvarte del pecado, y promete que cuidará de ti, pase lo que pase. Puede que las cosas no siempre sean perfectas, pero Dios sí lo es. No tienes que preocuparte. Confía en Él. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Jesús tiene para ti).
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