Comunicación instantánea
“Tu proyecto de ciencias se mira bien”, dijo el abuelo, mientras veía por encima del hombro de Sofía.
“Gracias”, replicó Sofía. “El nombre que le puse es ‘Medios de comunicación’. La idea es explicar cómo se han desarrollado con el tiempo las formas en que las personas se comunican mutuamente a larga distancia”. La niña señaló las fotografías en su cartelera que mostraban cartas escritas a mano, telegramas, teléfonos, radios, televisiones, satélites y computadoras. “Hace cientos de años, la única forma en que uno podía comunicarse con alguien que estaba lejos era enviándole una carta, y podía tomar semanas o incluso meses para que les lleguen. Con el paso del tiempo, hemos inventado nuevas formas para comunicarnos que fueron mejorando cada vez. Ahora, con las computadoras, teléfonos inteligentes y la Internet, podemos comunicarnos instantáneamente… ¡con una persona o con un millón!”
“Asombroso, ¿no crees?” El abuelo estudió el trabajo de Sofía por unos momentos. “Pero hay una de comunicación que es aun más sorprendente y no está aquí”.
Sofía se quedó perpleja. “¿En serio? ¿Cuál?”
“La comunicación con Dios”, contestó el abuelo.
“Nunca había pensado en eso”, comentó Sofía. “En los tiempos de la Biblia, Dios hablaba a veces a través de sueños, ¿verdad?”
“Así es, y otras veces hablaba con las personas directamente”, señaló el abuelo, “pero ahora tiene otro medio para comunicarse con nosotros”.
“Lo sé”, indicó Sofía. “Él nos habla a través de la Biblia, ¿no es cierto?”
El abuelo sonrió y asintió. “Él usa Su Palabra para moldear los pensamientos y los deseos de las mentes y corazones de Sus hijos. Esa es la obra del Espíritu Santo. Antes de que Jesús viniera a la tierra, el Espíritu Santo solo se comunicaba con algunas personas en circunstancias específicas. Pero cuando Jesús murió por nuestro pecado y nos salvó, la larga distancia que había entre nosotros y Dios desapareció. ¡El Espíritu Santo ahora está con todos los cristianos, todo el tiempo!”
“Y Él nos dice cómo vivir, ¿cierto?”, preguntó Sofía.
El abuelo hizo un gesto afirmativo. “Él nos guía y nos moldea para que seamos más como Jesús. Y puesto que Él vive en nuestros corazones, podemos comunicarnos con Dios en cualquier momento a través de la oración. Jesús siempre escucha las oraciones de Sus hijos”.
Sofía miró el cartel que había hecho y sonrió. “¡Estoy tan feliz de que Dios viva en mi corazón y que pueda comunicarme con Él en todo tiempo! – AGNES LIVEZEY
COMUNÍCATE CON DIOS
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 63:1
OH DIOS, TÚ ERES MI DIOS; TE BUSCARÉ CON AFÁN.
¿Sabías que, si confías en Jesús, tienes al Espíritu Santo dentro de ti? No existe una larga distancia entre Dios y tú. ¡Él está contigo en todo momento! Él te habla cuando lees la Biblia y te da pensamientos y deseos que te ayudan a ser más como Jesús. Y puesto que Él siempre está contigo, puedes comunicarte con Él en cualquier momento, a través de la oración. Conversa con Dios todos los días y escucha cuando Él te hable.
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