Cada paso
«Mamá se irá al hospital para su cirugía mañana», pensó Amelia mientras bajaba enojada las gradas, dando pisotones. «Y después debe tener esa quimioterapia. Sé que será para matar las células de cáncer que puedan quedar, ¡pero eso podría hacer que pierda su hermoso cabello largo!» Amelia se secó una lágrima. «¿Y si… y si muere?» Cuando la niña llegó a la última grada, oyó que su madre conversaba con la tía Diana en el teléfono y reía. «¿Cómo puede estar mamá tan feliz, en un día tan miserable?», se preguntó Amelia.
Cuando su madre terminó de platicar con la tía Diana, preparó el desayuno para su hija: una salchicha arreglada como una sonrisa encima de un panqueque, con dos arándanos para los ojos. Amelia frunció el ceño.
—¿Cómo puedes estar feliz en este día? —preguntó—. Yo estoy tan asustada.
—Es una situación que causa miedo —acordó mamá—. Pero podemos confiar en que Jesús estará con nosotros en medio de esta situación y hará que todo coopere para nuestro bien.
Amelia se puso a llorar.
—¡Oh, mamá! —exclamó—. No quiero que mueras.
Su madre se arrodilló junto a la silla de la niña.
—Hijita, Dios tiene todas las cosas bajo Su control —aseguró mientras abrazaba a Amelia—. Los médicos esperan que mi recuperación sea completa, pero estoy confiando en Jesús porque, pase lo que pase, sé que tengo vida eterna con Él. Dios estará aquí para ti y para mí. La Biblia dice que el Señor observa cada paso que doy, y también cada paso que tú das.
—Sí, pero… —Amelia sollozó y suspiró profundamente—. Es difícil confiar cuando tengo miedo.
—Lo sé —dijo su madre—. Pero debería ser más fácil para nosotras confiar en Dios que en todas las demás cosas en las que ponemos nuestra confianza cada día.
—¿Como cuáles? —preguntó Amelia.
—Bueno… —explicó mamá—. En la mañana te oí bajar las gradas a pisotones, así que aparentemente confías en los escalones de esta vieja casa, a pesar de que ahora, con el paso de los años, algunos tambalean un poco. Si nuestras viejas gradas pueden soportar tus pasos enfadados, ¿no crees que Dios puede sostener cada uno de nuestros pasos en esta vida?
Amelia asintió lentamente.
—Pero ¿y si se cae tu cabello, mamá?
—Entonces ahorraremos dinero en champú por unos meses —bromeó su madre con una sonrisa.
Amelia sonrió también. «Mamá está confiando en Dios en casa paso, y creo que haré lo mismo», decidió. — PATRICIA WOLF
CONFÍA EN DIOS EN LOS TIEMPOS DIFÍCILES
VERSÍCULO CLAVE: PROVERBIOS 16:9 (NTV)
PODEMOS HACER NUESTROS PLANES, PERO EL SEÑOR DETERMINA NUESTROS PASOS.
¿Confías en Dios cuando todo parece salir mal? Cuando afrontes situaciones difíciles, recuerda que Él tiene el control. Dios te ama y promete que te ayudará cuando tengas miedo, en los tiempos de dificultad. Jesús murió y resucitó para que puedas vivir con Él para siempre y se encargará de que todo en tu vida coopere para bien. En cada paso que des, el Señor estará contigo. Puedes confiar en Él.
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