Arranca la maleza de tu mente

“Espero que broten todas las semillas que sembramos”, comentó Diego mientras observaba el área donde él y su abuelo acababan de enterrar filas de guisantes, zanahorias y otros vegetarles.

El abuelo se apoyó en su azadón.  “Yo también.  Solo espero que no nos caigan muchas plantas de semillas que no sembramos”.  El anciano sonrió ante la expresión confundida de su nieto.  “Me refiero a la maleza. Normalmente crecen bastantes malas hierbas”, explicó el abuelo, “pero nunca me has visto comprar semillas de maleza, ¿verdad?”

Diego rio.  “No, ¡esas vienen solas!”

Su abuelo se limpió la frente con un pañuelo.  “Creo que nuestras mentes se parecen un poquito al huerto”, afirmó, “y nuestros pensamientos con como las plantas.  Los malos pensamientos son como la maleza.  No es necesario que tratemos de poner malos pensamientos en nuestra mente.  Parecería que vienen solos”.

Diego miró rápidamente a su abuelo.  “¿Será que abuelito sabe lo que he estado pensando?”, se preguntó.  El niño suspiró.  “Lo sé.  Me he dado cuenta de que a veces pienso en cosas malas”, admitió el nieto.  “¿Me entiendes?  Pienso en algunas cosas que he visto en televisión o en lo que platican los demás niños en la escuela”.

El anciano asintió.  “Te entiendo perfectamente”.

“¿Sí?”  Diego vio con sorpresa a su abuelo.

“Por supuesto”, aseguró el abuelo.  “Todos luchamos a veces con malos pensamientos.  Pero, al igual que la maleza, podemos arrancarlos.  He descubierto que la mejor manera de deshacerme de los malos pensamientos es enfocarme en las buenas semillas que Dios ha plantado.  Cuando recuerdo que Jesús murió y resucitó para hacerme libre del pecado y me ha dado Su bondad, eso me ayuda a arrancar la maleza de mis malos pensamientos y, en su lugar, sembrar buenos pensamientos”.

“¿Esos pensamientos buenos pueden ser versículos de la Biblia y cosas así?”, preguntó Diego.

“Sí.  Puedo sembrar lo bueno al leer la Palabra de Dios y meditar en ella o al pensar en la forma de ayudar a otros y compartir el amor de Jesús con ellos, o incluso simplemente recordando las cosas buenas que Él ha hecho en mi vida.  A pesar de que todavía tengo malos pensamientos, es difícil que la maleza eche raíces cuando mi mente está enfocada en ese tipo de cosas buenas”.

“Gracias, abuelo”, expresó Diego mientras enterraba su azadón en la tierra.  “No lo olvidaré”.  —  HOLLY F. CEPEDA

ARRANCA DE RAÍZ LOS MALOS PENSAMIENTOS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 19:14

SEAN GRATAS LAS PALABRAS DE MI BOCA Y LA MEDITACIÓN DE MI CORAZÓN DELANTE DE TI, OH, SEÑOR.

¿Luchas con malos pensamientos?  A todos nos pasa a veces.  En ocasiones parecería que simplemente aparecen en tu cabeza.  Pero eso no significa que tengas que permitir que se queden ahí.  Puedes arrancarlos de raíz y sembrar buenos pensamientos en su lugar.  Cuando tengas un mal pensamiento, medita en el amor de Dios por ti o en algo que podrías hacer para ayudar a los demás.  No habrá espacio para la maleza cuando llenes tu mente de cosas buenas.

Clave de Hoy
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