Algo hermoso
“¡Esto será tan hermoso!”, exclamó Emilia al ayudar a su abuelita a armar un edredón que sería el regalo de bodas para la prima de la niña. “¡A Marisol le encantará!”
Su abuela sonrió. “Cada cuadrito es un recorte de alguno de sus viejos vestidos o sus blusas”, le contó. “Mi plan es hacer un edredón así para todos mis nietos”. Ella se puso de pie. “Ven, quiero mostrarte algo”. La anciana guio a Emilia a un armario y abrió una caja llena de cuadraditos de tela.
Emilia reconoció el material de algunas de sus ropas favoritas que ya no le quedaban… y también vio cuadrados hechos con las prendas que no le gustaban tanto. “¿Esta tela es para hacer un edredón para mí?”, preguntó, y la abuela asintió.
La niña estaba asombrada por la forma en que su abuelita podía tomar esas ropas viejas e inútiles para hacer algo hermoso con ellas. “¡Guau!”, exclamó. “Ni siquiera me gustaban las prendas de donde sacaste algunas de esas telas, pero cuando veo todos los cuadraditos armados juntos de ese modo, ¡se ve genial!” Ella sonrió a su abuela. “¡Eres buena, abuelita!”
La anciana rio. “¿Sabes?”, comentó mientras retomaban su trabajo en el edredón para Marisol, “nuestras vidas se parecen a los edredones de retazos. Dios ve todas las piezas de nuestras vidas, las buenas y las malas. Él corta, da forma y une los pedazos de nuestras vidas para hacer algo hermoso”.
Mientras su abuela hablaba, Emilia recordó la semana de vacaciones que su familia disfrutó recientemente. Se acordó de la diversión que tuvo en su última fiesta de cumpleaños. Pero también pensó en los peores días de su vida: el día que su abuelo falleció, la nota baja que sacó en matemáticas después de estudiar mucho, las cosas malas que otra niña dijo de ella en la escuela unos días antes.
“Entonces, ¿Dios puede tomar todas las piezas de nuestras vidas, incluso las que creemos que son terribles, y sacar algo bueno de ellas?”, preguntó Emilia.
“Así es”, respondió la abuela. “Jesús puede sacar algo bueno de cada parte de nuestras vidas, incluso las que no nos gustan. Él usa cada una de nuestras experiencias para ayudarnos a crecer y dirigir a otros hacia Él. Podemos depender con toda confianza en Jesús en todas nuestras circunstancias”. — DEBRA W. SMITH
CONFÍA EN QUE DIOS ESTÁ DANDO FORMA A TU VIDA
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 37:23 (NVI)
EL SEÑOR AFIRMA LOS PASOS DEL HOMBRE CUANDO LE AGRADA SU MODO DE VIVIR.
¿Qué días felices recuerdas? ¿Qué días malos has tenido últimamente? Tal vez llegaste en último lugar en una carrera o tus amigos mintieron sobre ti. A lo mejor alguien que amas está enfermo. Sea lo que sea, ¿te parece que no podría salir nada bueno de esos momentos difíciles? Confía en que Jesús tomará todos tus días, los buenos y los malos, y los usará para hacer de tu vida un hermoso testimonio para Él.
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