Las tormentas de la vida
Gloriana se acostó boca abajo en su cama y empezó a llorar incontrolablemente. Después de unos minutos, alguien golpeó suavemente su puerta.
—Entre —dijo la niña con la cara en la almohada.
Su madre se sentó junto a la cama de Gloriana.
—Supongo que no te fue bien hoy en la escuela.
—¡Fue el peor día de mi vida! —exclamó la niña mientras se sentaba en la cama y trataba de secarse las lágrimas de los ojos.
—¿Qué pasó? ¿Tiene que ver con el concurso de ortografía? —preguntó mamá con delicadeza.
Gloriana aspiró y asintió.
—Me puse tan nerviosa cuando llegó mi turno. No deletreé bien la palabra más fácil. Deletreé casa con zeta, y todos en mi clase se echaron a reír.
Las lágrimas comenzaron a bajar nuevamente por sus mejillas. La madre envolvió a su hija en un abrazo y le acarició la espalda mientras ella lloraba. Después de un rato, Gloriana se soltó del abrazo y miró a su mamá.
—¿Cómo voy a mostrar mi cara en la escuela? Los niños se van a burlar de mí por mucho tiempo. ¡Fue tan vergonzoso!
—Sé que puede ser muy difícil enfrentar a los demás cuando quizá se burlen de ti, pero recuerda que no estás sola. Dios está contigo y nunca te dejará —mamá se puso de pie y miró por la ventana de su hija la lluvia que caía afuera de la casa—. Cuando hay una tormenta afuera, pero estamos dentro de la casa, ¿tenemos que preocuparnos de que nos vayamos a mojar? —le preguntó su madre.
Gloriana se levantó y se paró con su mamá junto a la ventana.
—No, porque la casa nos refugia —dijo mientras veía la lluvia que caía y los relámpagos que iluminaban el cielo.
—Exactamente, y Dios es nuestro refugio cuando afrontamos las tormentas de la vida. Cuando otros se ríen de ti o te juzgan, recuerda lo que Dios piensa de ti. ¡Él te ama tanto que Jesús vino a la tierra a morir por ti! Confía en que Él te ayudará en esta situación y puedes estar segura de que yo también estoy aquí para ayudarte.
Después que mamá salió de su habitación, Gloriana se quedó mirando la tormenta por la ventana. «Amado Dios, por favor, ayúdame a enfrentar esta tormenta en mi vida», oró en silencio. Después de un momento sintió que sí podía afrontar la escuela al día siguiente.
MELISSA YEAGLE
DIOS ESTÁ CONTIGO EN LAS TORMENTAS DE LA VIDA
VERSÍCULO CLAVE: HEBREOS 13:5 (NTV)
DIOS HA DICHO: «NUNCA TE FALLARÉ. JAMÁS TE ABANDONARÉ».
¿Estás pasando por una tormenta en tu vida? ¿Estás apoyándote en Dios para que te ayude en esa situación? Él promete que nunca te dejará y que será tu refugio cuando vengan las tormentas. Independientemente de lo que estés enfrentando, dificultades en la escuela, problemas en casa, la pérdida de un amigo o familiar, Dios estará contigo. Confía en que Él te refugiará en las tormentas de la vida.
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