Dormir en paz

—¿Cómo puede dormir así? —preguntó Leticia al ver fijamente a su hermanita bebé. La niña estaba teniendo pesadillas que no se iban con nada—. ¿Cómo es posible que tenga tanta paz?

Su madre sonrió.

—Creo que Lourdes se siente a salvo. Me parece que está muy cómoda aquí, con nosotras —ella meció a la bebé en sus brazos—. Si la pongo en la cuna, puede que tengamos problemas.

Leticia deseó poder dormir en los brazos de su madre. Así se sentiría mucho más segura.

—¿Sabes quién te sostiene a ti cuando duermes? —le preguntó mamá, como si pudiera leer su mente. Lenín negó con la cabeza—. Jesús te sostiene —aseguró su madre—. Él sujeta a casa persona que confía en Él, mientras descansamos. Él cuida de nosotros para que podamos sentir paz, así como yo lo hago con Lourdes aquí.

Leticia tenía su cara arrugada.

—Pero no soy una bebé. ¿Realmente crees que Dios puede sostener a alguien como yo?

—A alguien como tú y alguien como yo —su padre entró en la habitación—. Dios nos cuida mientras dormimos —él se acercó a mamá y se sentó junto a ella, y se puso a acariciar la mejilla de Lourdes con su dedo.

Leticia miró entre sus padres. Sabía que la amaban y que harían todo lo posible por protegerla, pero ya no era una bebé. No dormía en una cuna en la habitación de sus papás, como Lourdes. La niña se envolvió el dedo con un mechón de cabello.

—¿Jesús está conmigo en mi habitación cuando ustedes están al otro lado del pasillo con Lourdes?

—Así es —aseguró su madre.

—¿Y está conmigo en la madrugada, cuando me despierto con una pesadilla? —preguntó Leticia.

—Jesús está contigo —afirmó papá—. Él nos ama tanto que murió por nosotros y siempre está presente con quienes tienen fe en Él. Cuando sentimos miedo, podemos acudir al Señor para que nos dé consuelo y paz. Y también puedes acercarte a nosotros, lo sabes. Puede que ahora tengamos que cuidar de una bebé recién nacida, pero todavía estamos aquí para ti.

Leticia asintió.

—Dios cuida muchos niños, ¿verdad?

Su padre sonrió.

—Sí. Muchos más de lo que nosotros podríamos cuidar.

Mamá meció a Lourdes en sus brazos.

—Y Él ofrece a cada uno la paz que necesita para dormir como un bebé. Como este bebé.

EMILY ACKER

DIOS TE SOSTIENE MIENTRAS DUERMES

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 4:8

EN PAZ ME ACOSTARÉ Y ASÍ TAMBIÉN DORMIRÉ, PORQUE SOLO TÚ, SEÑOR, ME HACES VIVIR SEGURO.

¿Alguna vez te ha costado dormir por las noches? ¿Estabas preocupado por algo o asustado de cerrar los ojos por si tuvieras una pesadilla? La Biblia nos dice que podemos encontrar descanso en el Señor. Jesús murió por nosotros, para que pudiéramos vivir con Él por la eternidad, y siempre está con nosotros. Confía en que el Señor te dará paz para que puedas descansar y, cuando luches con pensamientos de preocupación o pesadillas, pídele ayuda también a un adulto.

Clave de Hoy
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