Tal como Sami
—¡Sami es tan dulce! —susurró Yolanda, contemplando a su nuevo hermanito recién nacido. Mientras ella observaba al bebé, Sami se movió, abrió los ojos y movió sus bracitos en el aire —. ¡Es tan chiquitito! —comentó Yolanda, asombrada, pero después frunció el ceño cuando el bebé se puso a llorar.
Su madre entró y se inclinó a un costado de la cuna.
—Tal vez sea hora de cambiarle de posición —ella volteó al bebé y le dio palmaditas en la espalda con delicadeza. En pocos segundos, Sami dejó de llorar.
—Me muero por que ya sea lo suficientemente grande para jugar conmigo —expresó Yolanda—. Pero supongo que para eso debe pasar mucho tiempo, ¿eh? —ella miró a Sami, pensativa—. Los bebés son completamente indefensos, ¿verdad, mamá? Lo único que hacen es dormir y comer.
Su madre asintió.
—Sí, pero antes de que te des cuenta, será mucho más grande y aprenderá a hacer todo tipo de cosas.
Unos minutos después, el bebé comenzó a llorar otra vez.
—Creo que tu hermano tiene hambre —aseguró mamá—. Es hora de que Sami coma —ella lo cargó.
—Mamá —dijo Yolanda después que el bebé comiera y se quedara profundamente dormido otra vez—, ya que es época de Navidad, hemos estado aprendiendo sobre las cosas que pasaron cuando Jesús nació. Él era indefenso, tal como el bebé Sami, ¿no es cierto?
—Sí, así es —respondió su madre—. ¿Sabes? Jesús pudo venir a la tierra como un hombre adulto o incluso como un poderoso rey, si hubiera querido. Pero no lo hizo… Él decidió nacer como un bebé indefenso, dependiente del cuidado de Su familia.
—Me pregunto por qué —señaló Yolanda.
—Bueno, la Biblia dice que Jesús se humilló a sí mismo. Él no vino como un gobernante rico e importante, sino en la forma de un servidor. La Biblia también dice que Jesús puede compadecerse de nosotros porque sabe lo que se siente ser humano. Él ha experimentado las mismas cosas que nosotros, como el sentir hambre o cansancio o tristeza. Jesús sabe incluso lo que se siente ser tentado, a pesar de que nunca pecó. Creo que podemos entender y confiar más en Él, cuando sabemos que Él vino a la tierra como un bebé chiquito, tal como nosotros —mamá sonrió—. Él hizo eso por nosotros, porque nos ama tanto. ¿No te parece genial?
Yolanda sonrió también y asintió al mirar a su hermanito bebé.
TANYA FERDINANDUSZ
AGRADECE A JESÚS POR VENIR COMO UN BEBÉ
VERSÍCULO CLAVE: LUCAS 2:11
LES HA NACIDO HOY, EN LA CIUDAD DE DAVID, UN SALVADOR, QUE ES CRISTO EL SEÑOR.
¿Te das cuenta de cuánto se humilló Jesús al convertirse en un bebé indefenso? La Navidad es un buen momento para darle gracias por amarte tanto, hasta el punto de estar dispuesto a hacer eso por ti. Dale gracias por crecer como humano, enfrentando las mismas tentaciones que tú, para entender todas tus necesidades, problemas y preguntas. Dale gracias por todo lo que ha hecho por ti.
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