La explosión de dinamita
Lucía no tenía ganas de ir con su clase a la salida de campo a la cantera. La niña solo quería que Pelusa, su gatita perdida, regresara a casa y que su padre recuperara su trabajo. «Solo quiero que todo vuelva a estar bien», pensó mientras se bajaba del autobús con el resto de los niños.
El encargado de la cantera entregó cascos a todos.
—Hoy vamos a tener una explosión de dinamita para aflojar y romper las piedras de la cantera —informó, haciendo señas al otro lado de un enorme hoyo en la tierra. Un fuerte silbato sonó—. Después que el silbato suene tres veces, ¡cúbranse los oídos! —gritó el encargado. El silbato sonó dos veces más y entonces ¡PUM! Una fuerte explosión envió rocas y polvo por los aires. Una vez que sonó el silbato que avisaba que todo había salido bien, el encargado dejó que los niños se acercaran para que pudieran ver lo que había sucedido—. No se preocupen, niños. Tienen todo bajo control —indicó, apuntando a los obreros que controlaban la operación y activaban las explosiones.
Cuando Lucía llegó a su casa, tomó uno de los juguetes de Pelusa mientras le contaba a su madre sobre la salida de campo.
—A veces siento que todo está estallando aquí también en casa —confesó la niña.
—Lo sé, hijita. Cuando suceden cosas malas, a veces sentimos que todo nuestro mundo estalla en pedazos. Tal vez ahí deberíamos recordar a los obreros de la cantera.
—¿A los obreros? —preguntó Lucía—. ¿Por qué a ellos?
—Ellos se aseguraron de que las explosiones fueran seguras y controladas, ¿verdad? —preguntó mamá. Lucía asintió—. Ellos nos recuerdan que alguien también tiene el control de nuestras vidas: Dios. Nada puede pasar a menos que Él lo permita, y el Señor promete que estará con nosotros y nos ayudará a salir en victoria de cualquier experiencia que afrontemos.
—Pero ¿por qué deja que sucedan cosas malas, como que Pelusa se haya perdido que y papá se haya quedado sin trabajo? —preguntó lucía.
—Bueno, no existe una respuesta sencilla para esa pregunta, pero recuerda que los obreros necesitan las explosiones en la cantera para aflojar las rocas, de otro modo, no podrían sacarlas. A lo mejor hay veces en las que Dios permite explosiones en nuestras vidas para ablandar nuestros corazones y sacar las cosas buenas, por ejemplo, el crecimiento en nuestra relación con Jesús y que demostremos Su amor a otros que
NANCE E. KEYES
DIOS TIENE EL CONTROL
VERSÍCULO CLAVE: SALMO 34:19 (NVI)
MUCHAS SON LAS ANGUSTIAS DEL JUSTO, PERO EL SEÑOR LO LIBRARÁ DE TODAS ELLAS.
¿Te han sucedido cosas difíciles recientemente? Está bien que te sientas triste por eso, pero recuerda que Dios tiene todo el control. Jesús entiende cómo te sientes porque también sufrió y estará contigo en cualquier situación difícil que tengas que afrontar. Confía en que el Señor sacará todas las cosas buenas en tu vida utilizando las dificultades, y las usará para hacerte más como Él.
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