Luces falsas

Durante las vacaciones junto al mar, Lena y su familia visitaron un viejo faro que había en la zona.

—¿Qué hace un faro, papi? —preguntó Adriana, la hermanita menor de Lena.

—Hace brillar una luz amplia que llega muy lejos, para que los barcos en el mar puedan ser guiados a un lugar seguro dónde atracar —explicó su padre.

—Sí, pero ¿saben lo que la gente solía hacer hace mucho tiempo? —mamá apuntó hacia el mar—. ¿Pueden ver esas rocas que están allá? Bueno, a veces unos hombres llamados saboteadores de barcos encendían sus lámparas y los atraían cerca de esas rocas. Los capitanes de los barcos pensaban que era un puerto seguro, pero terminaban en las rocas.

—¡Qué horrible! —exclamó Lena—. ¿Por qué alguien haría eso?

—Bueno, después que el barco chocaba con las rocas, los saboteadores se robaban el cargamento —dijo mamá—. En esa época, muchas veces las embarcaciones llevaban oro.

—Me alegra que ya no haya saboteadores de barcos —opinó Adriana.

Lena asintió. Se estremeció al observar las rocas tan afiladas y con apariencia tan cruel.

—De hecho, todavía tenemos que estar alerta de los saboteadores —aseguró papá—. Pero no me refiero a los saboteadores de barcos. Satanás es un saboteador, el más experto de todos. Él hace que las cosas malas se vean atractivas e interesantes, para que sintamos la tentación de caer en ellas.

—¿Como cuáles? —preguntó Lena.

—A ver, ¿qué me dices de la codicia? —preguntó su padre—. Aunque no es malo que alguien sea rico, de hecho, la Biblia dice que todo lo que tenemos es un regalo de Dios, Satanás quiere que amemos al dinero más de lo que amamos a Dios. Él quiere que estemos dispuestos a hacer lo que sea para conseguir lo que queremos, aun si eso significa hacer daño a otros, así que tratará de hacer que el tener muchísimo dinero nos parezca muy bueno. Debemos recordar que solo Jesús puede satisfacer nuestras almas, no ninguna cosa que poseamos.

Mamá asintió.

—El orgullo es otra cosa que Satanás trata de disfrazar como algo bueno. Antes solía pensar que era bueno para mí tratar de hacer todas las cosas por mi cuenta, pero Jesús me recordó que Él no me salvó del pecado para que yo viviera sola. Necesitaba depender de Él para que me ayude.

—Ese es un buen ejemplo —comentó papá—. Los barcos muchas veces chocaban en esas rocas de allá, y así Satanás trata de desviarnos con sus luces falsas. Debemos poner nuestros ojos en la única luz verdadera, Jesús, y confiar en que Él nos llevará a un lugar seguro.

TANYA FERDINANDUSZ

NO ESCUCHES A SATANÁS

VERSÍCULO CLAVE: 2 CORINTIOS 11:14

SATANÁS SE DISFRAZA COMO ÁNGEL DE LUZ.

¿Está Satanás tratando de hacer que algo malo se vea bien ante tus ojos? Recuerda que él es un saboteador y quiere atraerte para que te alejes de la verdad de Dios y de Su camino para tu vida. No dejes que te engañe. Recuerda que le perteneces a Jesús; Él te ama y promete ayudarte. Deja que la luz del Señor te guíe, no las luces falsas de Satanás.

Clave de Hoy
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