Copos de nieve

Daniel se quedó mirando por la ventana mientras los copos de nieve flotaban con gracia al caer del cielo. «Me alegra que hayan cancelado la escuela», pensó. «Es día de educación física y soy pésimo para el baloncesto». El niño dejó salir un suspiro. «Soy pésimo para todo».

Su madre entró con su taza de café.

—¿Por qué estás tan melancólico? —preguntó.

Daniel se encogió de hombros.

—Solo quisiera ser especial.

—Eres especial —aseguró mamá.

El niño negó con la cabeza.

—Si fuera especial, sería bueno para algo, como todos mis amigos. Alejandro es un excelente basquetbolista y Camilo es un gran trompetista, pero yo no soy bueno para nada.

La madre puso su mano en el hombro de su hijo.

—Daniel, eres especial, sin importar lo que puedas o no puedas hacer. ¡Eres especial porque Dios te creó y te ama tanto que envió a Jesús a morir por ti, para que pudieras vivir con Él para siempre! Nunca lo olvides. En segundo lugar, eres bueno para muchas cosas. Por ejemplo, eres un trabajador muy diligente y un súper hermano mayor. También tienes otros talentos, solo que todavía no los has descubierto. Pero Dios sí los conoce.

Daniel suspiró y volvió a mirar por la ventana.

—Si tengo otros talentos, quisiera que Dios al menos me dijera cuáles son.

Madre e hijo observaron cómo la nieve comenzaba a caer con más intensidad.

—¿Cuántos copos de nieve crees que haya allá afuera en este momento? —preguntó mamá.

—No sé… ¡millones! —exclamó Daniel.

—Todos se ven iguales desde aquí, pero ¿sabías que no hay dos copos de nieve iguales? —inquirió la madre.

—No puede ser, ¡tendría que haber tantos diseños para los copos de nieve!

Mamá rio.

—Claro que sí, pero Dios diseñó a cada uno para que fuera único, al igual que las personas. Dios te creó con las habilidades que quiere que tengas. Esos talentos especiales están ahí, aun si no puedes verlos ahora, así como no podemos ver el hermoso detalle de cada copo de nieve desde aquí. No tenemos la visión que Dios tiene, así que debemos confiar en que Él nos revelará nuestros talentos únicos cuando sea el momento oportuno, y nos ayudará a desarrollarlos.

Daniel sonrió.

—Entonces, supongo que tengo que dejar de compararme con todos los demás copos de nieve, ¿verdad?

Su madre asintió.

—Me parece una buenísima idea.

El niño se dirigió hacia el armario de los abrigos.

—Hay una cosa para la que sí soy bueno… ¡hacer muñecos de nieve!

SHIRLEY DECHAINE

DIOS TE DISEÑÓ

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 139:14

TE DARÉ GRACIAS, PORQUE ASOMBROSA Y MARAVILLOSAMENTE HE SIDO HECHO.

¿Sientes que no tienes nada de especial? ¿Que no tienes talentos únicos? Ten la seguridad de que eres muy especial, no por nada que puedas hacer, sino porque eres amado por Dios. Él te creó y te ha dado talentos y habilidades, aun si no sabes todavía cuáles son. Confía en que Dios te los revelará en el momento oportuno, y recuerda que eres especial porque el Señor te creó y te ama.

Clave de Hoy
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