Abejas inteligentes

—¡Ay! —aulló Ian cuando su mamá le frotó una mezcla con bicarbonato en un picado de abeja—. ¡Todavía me duele! No entiendo por qué Dios creó las abejas.

—No te oí quejarte cuando estabas untando miel en tu pan tostado esta mañana —le dijo su madre—. Pero espera, te traeré un poco de hielo para detener la hinchazón. Eso hará que te deje de doler.

Ian suspiró.

—Supongo que las abejas sí son útiles —comentó cuando mamá le trajo el hielo—. Pero quisiera que no tuvieran aguijón —el niño frunció el ceño—. No entiendo por qué Dios creó algunas cosas… como los volcanes o los terremotos.

—Bueno, míralo de este modo —indicó su madre—. ¿Recuerdas la granja que visitamos el año pasado, donde las abejas estaban construyendo colmenas y haciendo miel?

—Sí —afirmó Ian—. Fue muy divertido ver todas las cosas geniales que pueden hacer las abejas. ¡Son muy inteligentes!

—Así es —respondió mamá—. Pero ¿crees que las abejas podrían construir un rascacielos?

Ian sonrió.

—Por supuesto que no. ¡Pero nosotros tampoco podríamos, mamá!

Su madre rio.

—Es cierto, pero hay ingenieros y albañiles y otras personas que saben cómo construirlos. ¿Crees que, si les explicaran cómo construir un rascacielos, las abejas podrían construir una?

Ian negó con la cabeza.

—Son insectos diminutos y nosotros somos humanos. Tú sabes que no pueden entender las cosas que hacemos o decimos.

Mamá asintió.

—Y si nos comparamos con Dios, solo somos humanos diminutos. Entonces, ¿cómo esperas que entendamos todo lo que Él hace?

—¿O sea que somos simplemente como insectos chiquitos para Dios? —preguntó Ian asustado.

—No, nosotros le importamos muchísimo más que los insectos —aseguró su madre—. Somos muy importantes para Dios. Él nos creó a Su imagen y nos bendijo con muchas habilidades asombrosas, pero no somos iguales al Señor. Muchas cosas que Él permite no tienen sentido para nosotros, pero podemos confiar en Dios porque es bueno y sabe lo que está haciendo. Jesús vino a nuestro mundo roto a morir por nosotros para que podamos ser salvos y Él promete que un día pondrá fin al sufrimiento y a la muerte. A pesar de que no siempre entendemos los caminos de Dios, podemos confiar en Él porque todo lo que hace es bueno.

Ian asintió.

—Y aunque a veces pican, las abejas también hacen muchas cosas buenas.

HEATHER M. TEKAVEC

CONFÍA EN DIOS CUANDO NO ENTIENDAS

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 119:68 (NVI)

TÚ [DIOS] ERES BUENO, Y HACES EL BIEN.

¿Te preguntas por qué Dios creó ciertas cosas o permite que sucedan algunas cosas? La Biblia dice que Dios creó todo para que sea bueno, pero cuando el pecado entró en el mundo, este se rompió. Como resultado, experimentamos dolor y muerte en este mundo, y Jesús también lo vivió cuando vino a salvarnos. Es probable que no entendamos todo lo que Dios hace o permite, pero podemos confiar en Él porque es bueno.