Comida para el alma
La señora T. abrió la puerta principal que era tan grande como su sonrisa.
—¡Entren, María Gracia y Bella! ¡Qué gusto que hayan venido!
Bella entró en la casa de la señora T. después de su madre. Se le hizo agua la boca por los olores tan tentadores.
—Tania, gracias por invitarnos —expresó la mamá de Bella con una sonrisa.
La señora T. apretó cariñosamente el hombro de Bella.
—Es mi llamado favorito de Dios, conocer a las personas invitándolas a mi hogar. ¡Él me ha bendecido tanto que quisiera extender esa bendición a mi alrededor como se extiende la mantequilla en el pan!
Bella se sentó a la mesa, que estaba llena de comida.
—¿Usted preparó todo esto?
—¡Claro que sí! —afirmó la señora T.
—¿Qué son esas cosas redondas doradas?
—Es una bola de pan de maíz. Se hace con harina de maíz y luego se las fríe. ¡Comerlas con cerdo en hilachas y ensalada de repollo es como traer el cielo a la tierra! ¿Alguna vez has tenido comida para el alma, Bella?
—¿Comida para el alma? Creo que no. ¿Qué es eso?
La señora T. guiñó el ojo.
—Hoy tendrás una probadita, ¡porque todo lo que hay en esta mesa es comida para el alma! Es la comida tradicional de los afroamericanos.
Bella tomó bocado tras bocado hasta que su plato quedó vacío.
—¡Señora T., creo que la comida para el alma es ahora mi favorita! Todo lo que usted preparó estuvo tan delicioso. ¡Estoy tan llena que creo que no podré volver a comer nunca más! —la niña se dio palmaditas en el estómago.
La señora T. rio.
—Te prometo que, aunque hayas comido todo esto, querrás volver a comer otra vez más tarde. ¡Pero me viene a la mente una comida para el alma que puedes tomar y nunca más volverás a tener hambre!
—¿Qué comida es esa? ¿Algún pan muy grande? —cuestionó Bella.
—Sí, ¡el Pan de Vida! Así se llama Jesús a Sí mismo en la Biblia. Quien coma de Él nunca volverá a tener hambre ni sed. Jesús estaba hablando de un tipo diferente de comida para el alma, una que nos satisface espiritualmente. Cuando haces que Jesús sea el Señor de tu vida y confías solo en Él para tu salvación, Él te da vida eterna. ¿Le has pedido a Jesús que sea el que alimenta tu alma, Bella?
Bella asintió enérgicamente.
—El año pasado puse mi fe en Jesús.
La señora T. aplaudió con gozo.
—Nena, ¡creo que, después de todo, sí sabes lo que es la comida para el alma!
SAVANNAH COLEMAN
JESÚS ALIMENTA TU ALMA
VERSÍCULO CLAVE: JUAN 6:35
JESÚS LES DIJO: «YO SOY EL PAN DE LA VIDA; EL QUE VIENE A MÍ NO TENDRÁ HAMBRE, Y EL QUE CREE EN MÍ NUNCA TENDRÁ SED».
¿Necesitas comida para el alma? Jesús se llama a Sí mismo el Pan de Vida porque solo Él puede satisfacer nuestras almas hambrientes y llenar nuestro anhelo por Dios. Él murió en la cruz para salvarnos del pecado y resucitó para que podamos tener vida eterna. ¡Cuando confiamos en Jesús, nunca volveremos a tener hambre espiritualmente! Si tu alma tiene hambre, confía en Jesús hoy mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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