¿Puede ser malo algo bueno?
“Mamá, adivina qué pasó en el club bíblico”, comentó Claudio al subirse en el automóvil. “¡Enrique confió en Jesús como su Salvador!”
“¡Qué maravilla!”, exclamó su madre.
“¡Sí!”, afirmó Claudio. “Sus padres no son cristianos. ¡Quizá ahora él pueda ayudarlos para que conozcan también a Jesús!”
Unas semanas después, Claudio llegó molesto después de la escuela. “En el recreo, Leo quería mostrarnos cómo jugar un nuevo juego de naipes que aprendió”, le contó a su mamá. “Cuando le pregunté a Enrique si quería jugar con nosotros, me miró y me dijo: ‘Claudio, ¡creí que eras cristiano! ¡Y se fue!”
Su madre dejó al hermanito bebé de Claudio en el piso. “Hijo, creo que deberías saber que el papá de Enrique tiene una adicción a los juegos de azar. Me lo contó la mamá de Enrique cuando trabajábamos juntas como voluntarias en la escuela. Tal vez él asocia cualquier tipo de juego de naipes con el dolor y la lucha que la adicción de su padre ha causado a la familia. Puede que no entienda que jugar con naipes solo pr diversión está bien”. La madre miró a Claudio. “Tal vez deberías dejar de jugar con naipes en la escuela por algún tiempo”.
“¡Dejar de jugar!”, se quejó Claudio. “¿Por qué?”
El bebé, Lucas, había aprendido a caminar pocos días atrás y avanzó tambaleándose hacia la caja de juguetes. Inseguro en sus pasos, el niño trató de pisar unos bloques para armar que estaban en su camino, pero perdió el equilibrio y cayó. Lucas empezó a llorar y gateó para consolarse en los brazos de su madre.
Mientras mamá calmaba al pequeño, comentó: “¿Sabes? Enrique se parece un poco a tu hermanito. Lucas acaba de aprender a caminar y se tropezó con esos bloques para armar, y Enrique es un cristiano bebé. Puede que no entienda que puede separar los juegos de naipes de las cosas con que los asocia. En este momento, es algo que la Biblia llama ‘piedra de tropiezo’ para él. Si Enrique te ve hacer algo que él cree que está mal, podría sentir la tentación de hacerlo también… y eso podría hacerle daño espiritualmente. A pesar de que no es malo jugar naipes por diversión, si renuncias por un tiempo a esos juegos, podrás ser un buen amigo de Enrique y animarlo en su fe”.
Claudio dudó. “Está bien. Dejaré de jugar naipes, si eso le molesta”. El niño sonrió al ver cómo Lucas se bamboleaba para levantarse. “No quiero hacerle tropezar en su caminar con Jesús”. — JAN L. HANSEN
NO SEAS PIEDRA DE TROPIEZO
VERSÍCULO CLAVE: 1 CORINTIOS 8:9
TENGAN CUIDADO, NO SEA QUE ESTA LIBERTAD DE USTEDES DE ALGUNA MANERA SE CONVIERTA EN PIEDRA DE TROPIEZO PARA EL DÉBIL.
¿Alguna vez has sido piedra de tropiezo para la fe de alguien? A veces es difícil saber si las personas solamente quieren criticarte o si sienten la tentación de hacer algo que creen que está mal. Sería mejor que le pidieras a algún adulto que te ayude a decidir. Ora también por eso. Pídele que Jesús que te muestre si debes renunciar a algo que crees que esté bien para ayudar a otra persona en su caminar con Dios.
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