Peligro: ¡Mosquitos!

“¿Cómo es África, señor Martínez?”, preguntó Ricardo.  El señor Martínez, un misionero que había regresado a su país por unos meses, era buen amigo de la familia del niño. 

“A mí me gustaría ver a todos los animales”, comentó Andrés, el hermano de Ricardo.

Su hermana, Jimena, se encogió de hombros.  “¡A mí no!  Me asustaría tanto con todos esos leones, serpientes y elefantes”.

“¡Si se me acercara un gran león, lo espantaría con mis movimientos de karate!”  Ricardo lanzó unos golpes al aire con sus manos.  “¡Ja-ya!”

El señor Martínez rio.  “Bueno, nuestros mayores enemigos en África no son los leones, las serpientes o los elefantes.  ¿Creerían que son los mosquitos?”

“¿Los mosquitos?”  Andrés negó con la cabeza.  “¡A mí me daría más miedo un feroz león!”

“Sí”, afirmó Jimena.  “¡Los leones pueden matar a la gente!”

“Eso es verdad, pero los leones no suelen atacar a las personas, a menos que se los provoque”, contestó el señor Martínez.  “Los mosquitos están en todos lados, y siempre pican.  En África propagan enfermedades como la malaria, que han matado a muchas personas.  Algunos misioneros han tenido que dejar su trabajo y regresar a sus países a causa de una enfermedad causada por un pequeño mosquito”.

“No sabía eso”, admitió Ricardo.  “Muy bien, si algún día voy al África, me cuidaré de esos peligrosos animales, ¡los mosquitos!”

“Atácalos con tus movimientos de karate”, bromeó Andrés.  “¡Ja-ya!”

El señor Martín sonrió.  “No te olvides de cuidarte de otros peligros pequeñitos que también están en tu país”.

Ricardo frunció el ceño.  “¿A qué se refiere?”

“Las cosas que nos desaniman no son siempre las enfermedades graves o los problemas en la escuela”, explicó el señor Martínez.  “Las frustraciones que parecen pequeñas en la vida cotidiana también pueden afectarnos”.

“Pero no nos causarán una enfermedad, ¿o sí?”, preguntó Jimena.

“Podrían, si no tenemos cuidado.  Algo pequeño, como estar tarde o sacar una mala calificación pueden llevarnos a tener una mala actitud o hacer algo malo, al igual que los problemas más graves.  Si dejamos que esto suceda día tras día, puede afectarnos espiritualmente”.

“Entonces, ¿cómo lo combatimos?”, preguntó Andrés.

“Con la oración”, respondió el señor Martínez.  “Recuerden que Jesús los ama y les ayudará con cada problema que afronten, grande o pequeño.  Cuéntenle sus problemas a Jesús”.  —  SHERRY L. KUYT

ORA POR TODOS TUS PROBLEMAS

VERSÍCULO CLAVE: 1 PEDRO 5:7 (NTV)

PONGAN TODAS SUS PREOCUPACIONES Y ANSIEDADES EN LAS MANOS DE DIOS, PORQUE ÉL CUIDA DE USTEDES.

¿Cómo estás manejando los pequeños problemas que afrontas día a día?  A veces esos son los que pueden agotarte y hacer que digas un comentario hiriente o tengas una mala actitud.  La Biblia compara a Satanás con un león rugiente, pero él utiliza a menudo las cosas pequeñas para tratar de hacerte pecar.  No dejes que eso suceda.  Conversa con Jesús sobre tus problemas y confía en que Él te ayudará.

Clave de Hoy
0 replies

Leave a Reply

Want to join the discussion?
Feel free to contribute!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *