Los cupones caducados
“Jesús los ama a cada uno de ustedes, sin excepción”, declaró la señora Andrade, que era la maestra del club bíblico de Kiara. La reunión estaba por acabarse y todos tenían sus cabezas inclinadas para cerrar el tiempo en oración. “Él murió en la cruz y resucitó para salvarlos del pecado y darles vida eterna. ¿Desean aceptar Su regalo gratuito de salvación? Quizá después sea demasiado tarde”. Kiara se retorció en su asiento. “Si quieren ser salvos hoy mismo”, continuó la señora Andrade, “¿podrían levantar su mano? Quisiera orar por ustedes y que conversemos de ello”.
“Tal vez deba levantar me mano, pero ¿qué pensarán los demás si lo hago?”, se preguntó Kiara. “Lo voy a pensar”, decidió. “Siempre puedo hablar con la señora Andrade o con mi mamá más tarde. A lo mejor espere hasta que sea mayor. Soy solo una niña. Tengo todo el tiempo del mundo”. Así que no levantó su mano.
Cuando Kiara llegó a su casa, le ayudó a su mamá a guardar las compras del supermercado. Luego la madre sacó unos cupones de su cartera, los organizó y arrojó varios a la basura. “¿No quieres aprovechar las ofertas de esos cupones?”, preguntó la niña.
“Sí, pero me equivoqué”, admitió su madre. “Iba a usarlos hoy en la tienda, pero cuando los saqué, me di cuenta de que habían caducado hace algunos días”. Mamá suspiró. “Me hubiera ahorrado un buen dinero. Debí utilizarlos la semana pasada. ¡Ahora es demasiado tarde!”
Kiara fue a la sala y se sentó en el sillón. Esas palabras le perseguían: “Demasiado tarde”. Eran las mismas que la señora Andrade había usado. Mientras la niña reflexionaba en esto, tomó una decisión importante. Se puso de pie de un brinco y volvió a la cocina.
“¡Mamá!”, exclamó. “La señora Andrade dijo que algún día será demasiado tarde para aceptar el regalo de la salvación en Jesús. Tú perdiste la oportunidad de usar tus cupones, pero yo no quiero perder la oportunidad de ser salva. ¿Me ayudas?”
Su madre la abrazó fuerte. “¡Claro que sí! Ahora estoy feliz de haber perdido la oportunidad de usar esos cupones, porque eso te hizo dar cuenta de que necesitas confiar en Jesús antes que sea demasiado tarde”. — LINDA M. WEDDLE
CONFÍA EN JESÚS AHORA MISMO
VERSÍCULO CLAVE: ISAÍAS 55:6
BUSQUEN AL SEÑOR MIENTRAS PUEDE SER HALLADO, LLÁMENLO EN TANTO QUE ESTÁ CERCA.
¿Has oído que Jesús murió por ti, pero decidiste esperar hasta después para ser salvo? Él quiere que aceptes el regalo gratuito de la salvación que te ofrece, para que puedas empezar una nueva vida con Él hoy mismo. Ya no esperes más. Algún día será demasiado tarde. Confía en Jesús como tu Salvador ahora mismo. (Haz clic aquí para que conozcas las Buenas Nuevas que Dios tiene para ti).
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