Sapos y manzanas

“¡Papá!”, llamó Leandro desde el piso de arriba.  “¿Podrías ayudarnos a resolver una discusión?”

“A ver si puedo ayudarlos”, contestó el padre desde abajo.  “¿Cuál es el problema?”

Leandro y su hermano, Gonzalo, bajaron ruidosamente las gradas.  “Bueno, Gonzalo cree que los sapos tienen la piel suave y las ranas tienen la piel arrugada”.

“Busquemos en Internet y veamos qué encontramos”, sugirió papá, sacando su teléfono.

“¡Sí!  Buena idea, papá”, afirmó Gonzalo.  Unos minutos después, el niño admitió su error.  “Leandro, tenías razón.  ¡Las ranas son lisas y los sapos están llenos de verrugas!”

Leandro sonrió.  “¡Te lo dije, sapo!”

Al día siguiente, los niños tenían otra pregunta.  “Vimos una película de cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios”, comentó Leandro.  “Se veía que ellos comían una manzana.  Gonzalo dice que nadie sabe qué clase de fruta comieron, pero era una manzana, ¿verdad, papá?”

El padre sonrió.  “Busquemos, para ver”.

“¿En tu teléfono?”, preguntó Gonzalo.

“No”, respondió el padre.  “El mejor lugar para encontrar información sobre la Biblia es en la Biblia misma”.  Él tomó una Biblia, la abrió y se la entregó a Leandro.  “Aquí está.  Lee estos versículos en Génesis”.

El niño tomó el Libro y leyó los versículos que su padre señaló.  “Bueno”, indicó Leandro, “supongo que esta vez tienes razón, Gonzalo.  Estos versículos no dicen que el fruto fuera una manzana”.

“Te lo dije, sapo”.  Esta vez fue Gonzalo el bromista.

“Sí, pero en la película era una manzana”, alegó Leandro, “y también en otras ilustraciones que he visto”.

“A las historias de la Biblia no siempre se las presenta correctamente en películas o libros”, explicó papá.  “En este caso, no importa mucho qué clase de fruta era.  Pero si no están seguros de algo que oyeron o leyeron, siempre deben sacar sus Biblias y revisar por su cuenta.  Traten de leer, al menos, algunos versículos a solas todos los días y pídale a Jesús que les ayude a entender lo que Él dice en Su Palabra.  Esa es la mejor manera de aprender las verdades de Dios y tenerlas siempre con ustedes”.  —  JANICE M. JONES

SI QUIERES SABER LA VERDAD, REVISA TU BIBLIA

VERSÍCULO CLAVE: SALMO 33:4

LA PALABRA DEL SEÑOR ES RECTA, Y TODA SU OBRA ES HECHA CON FIDELIDAD.

¿Das por sentado que las películas y libros sobre la Biblia están en lo correcto?  La gente que los escribe muchas veces cambia las historias para añadir drama.  Siempre es bueno revisar lo que ves y oyes con lo que Dios dice en Su Palabra.  No creas todo lo que oigas sobre la Biblia.  Léela por tu cuenta y confía en que Jesús te ayudará a entender la verdad de Su Palabra.